Capítulo 1856

Perla luchaba por liberarse del agarre de Elio, en ese momento estaba tan enfurecida que parecía a punto de enloquecer.

¿Cómo era posible?

¿Cómo se atrevía a mencionar a Violeta?

Su mente estaba en blanco, solo quería negar todo.

Jonathan simplemente observaba a Elio, su rostro hermoso marcado por una contusión, pero esa leve sonrisa parecía más hiriente cuanto más la miraba.

“Después de todo, solo era un matrimonio de fachada, te agradezco tu cuidado, pero ahora ella debe volver a mi lado.”

El cuerpo de Perla temblaba, “¡Cállate, Jonathan, cállate!”

Al siguiente segundo, ella tropezó y fue arrastrada sin más preámbulos por Elio hacia el vestíbulo del edificio.

“¡Elio!”

Perla no tenía idea de qué estaba tratando de hacer.

Pero el miedo en su corazón la hacía sentirse extremadamente insegura.

Al ser lanzada al ascensor, Elio presionó frenéticamente el botón para cerrar las puertas, Jonathan no pudo alcanzarlos a tiempo.

En el ascensor, solo los dos, la tensión era palpable con cada respiración agitada.

Perla estaba pegada a la fría pared del ascensor, con los labios apretados y pálida, ni siquiera se atrevía a respirar fuerte.

Estaba alerta, atenta a cada movimiento de Elio, temía enormemente su estado actual.

La muñeca que él apretaba ahora parecía doler aún más, ardiendo, como si incluso la sangre se hubiera

detenido.

“Entonces, Violeta no es tu hermana.”

Elio rompió el silencio, su voz fría y dura la hizo encogerse de hombros.

Era una afirmación, no una pregunta.

“No, Violeta es mi hermana.”

Elio soltó una risa fría, girando la cabeza para mirarla con un semblante oscuro.

“Perla, ¿dijiste que el ADN no distingue entre hermanas o madre e hija, verdad?”

La punta de los dedos de Perla tembló repentinamente y tras un breve pánico en sus ojos, se llenaron de desesperación.

Las puertas del ascensor se abrieron y él la arrastró fuera.

Abrió rápidamente la puerta, Julia estaba en casa cuidando de Violeta y antes de que pudiera

levantarse al oírlos, vio cómo Elio arrastraba a Perla con el rostro sombrío y ella, detrás, tropezando, parecía un poco desaliñada.

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Julia se sobresalto, perc

Porque apenas tuvieron tiempo de saludar antes de que los dos subieran las escaleras.

Perla fue lanzada directamente a la cama.

Elio se abalanzó sobre ella, atrapándola con sus piernas firmemente.

Su voz temblaba, “Elio.”

Él presionó sus hombros y se inclinó hacia ella.

Aparte de esos ojos llenos de ira, no hizo ningún otro movimiento.

A pesar del miedo, Perla aún podía ver el desprecio evidente en sus ojos.

todo se

Si.

distinguido heredero de la familia Terrén, al que no le faltaban

por doquier, como la mujer de esa vez.

dócil, con una apariencia de

debería ser la que a él le gustara.

su camino hacia arriba, sucia, llena de trucos, dispuesta a vender su cuerpo por beneficio e incluso tenía una

que debería despreciarla.

cuerpo y se quedó de pie al lado de la

o quieres que lleve a

ánimo de

en la cama

es mi hermana o mi hija, eso no tiene nada que ver contigo. Siempre has querido el divorcio, yo estoy de

cuarto de repente se silenció como

su labio, “Agradezco tu paciencia conmigo estos días, la he pasado muy bien. He prolongado

es que has encontrado una salida definitiva y piensas que ya

responder lentamente: “Piensa lo

lo posible para mantener su posición en la empresa, incluso había llegado

Las humillaciones y el desprecio que

otra cosa no

todo, la equivocada siempre había

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solo provocaba carcajadas

el divorcio. Claro, la reputación no vale nada, pero tú sí que te

labio, sentada en silencio mientras soportaba los insultos de Elio.

sin piedad y ahora que vuelven a buscarte, ¿vas a correr detrás de ellos?, ¿Siempre has sido tan desvergonzada, o es

su

razón, no tengo principios. No es algo

pecho de Elio estuviera a punto de estallar.

imaginar cómo acabará siendo

te

en el instante en que Elio mencionó

había ocultado de

junto a la cama, mirándola

evitando

con torpeza

te concierne. Nos divorciaremos y no importa si Violeta es mi hermana o mi hija, lo que sea que le

divorcio cuando sea,

momento, solo quería alejarse

su lado era un riesgo de

dejado engañar por la apariencia salvaje y desenfrenada

la presencia que se esperaría de alguien de la familia Terrén.

para percibir los detalles

miedo, miedo de ser

cuando Elio le

obligándola a mirarlo, esos ojos oscuros

observó largo rato antes de entrecerrar los ojos

qué tienes miedo?”

tensó de golpe y Elio apretó un

algo que me estás

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“No.”

y aunque no

nada que ver conmigo, eso lo admito ¿Pero necesitas estar

pausa y luego agregó,

inesperada, dejando a Perla completamente desconcertada. Congelada en sus brazos, sin

intensidad, “Aunque ella fuera tu hija, ¿qué derecho tendría yo para pelear contigo? A menos que, ¿Violeta en realidad no es hija tuya y de Jonathan,

estaba a

era imposible

No podía fingir.

dejaba de presionarla,

vez, ¿Violeta en realidad

sentía que las sienes le iban a

a mí, es solo mía. Solo quiero protegerla, que crezca sana y sin

hija, para mí no hay diferencia. Esa

lentamente levantó

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