Capítulo 72

La abuela Zesati continuó, “Cuando el mayordomo regrese, dale la medicina para llevar a la cocina, la tomaré al volver esta noche. Ahora saldré un rato.”

Eva frunció el ceño ligeramente, “Mamá, ¿realmente sirve ese remedio? No permita que la engañen.”

La abuela Zesati se giró para mirar a Eva, “Tranquila, la esposa de mi nieto no me engañaría.”

“Hoy en día la gente sabe actuar. ¿Quién sabe si no está fingiendo?”

“Confía en ml,” la abuela Zesati le palmeó la mano, “la esposa de mi nieto que escogi no puede estar equivocada.” No era ciega, podía distinguir si alguien estaba actuando o no.

Eva añadió, “¿A dónde irá? Le puedo pedir al conductor que la lleve.”

La abuela Zesati hizo un gesto con la mano, “No hace falta, solo voy a dar un paseo.” La anciana ya había tomado la costumbre de vestirse para ‘la batalla‘ cada vez que salía de casa.

No pasó mucho tiempo antes de que el mayordomo regresara con la medicina.

Eva tomó el medicamento, pero aún insegura, dijo: “Tio García, por favor llama al Dr. Lozano para que venga.”

“Está bien,” asintió el mayordomo.

El Dr. Lozano llegó de inmediato.

Eva le entregó al Dr. Lozano la medicina que había traído el mayordomo, “Dr. Lozano, por favor revise si -este medicamento tiene algún problema.”

tomó el medicamento, abrió el empaque

con estos medicamentos, pero tampoco ayudarán con los dolores de cabeza de la

el ceño, sabia que alguien había

perfecta en

con conocimientos

era pura fantasía.

Zesati confiaba ciegamente en

“Entendido, gracias Dr. Lozano

es mi deber.” El Dr. Lozano continuó, “El problema de dolor de cabeza de la señora mayor es un síntoma de frio, necesita una recuperación gradual, no se puede apresurar. La medicación que le receté no debe interrumpirse, tres partes de medicina, una de veneno, es mejor no tomar medicamentos

era un médico occidental muy conocido en Capital

curar a la abuela

más necesitaba era la confianza de

todo, ¿qué valor tenia una joven desconocido

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Capitulo 72

asintió de

nada más, me iré,” propuso

y ordenó al mayordomo que acompañara al Dr. Lozano

En la parrillada.

seis y media, la gente empezó

seguía como siempre.

sintió que una gran piedra habia caído de su corazón; sabia que la mejora en el negocio era

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