Capítulo 316

Gabriela sostenia la serpiente en su mano, con la cola del reptil enroscada firmemente alrededor de su brazo, creando un contraste de colores entre negro y blanco.

A la vista de cualquiera, era una escena escalofriante.

Sin embargo, no había ni fastro sostuviera una simple cuerda.

de temor en su rostro; estaba tan calmada que resultaba increíble, como si en lugar de una serpiente,

“¡Gabi, eres increíble!” la abuela Zesati le extendió el pulgar a Gabriela, orgullosa de haberla elegido como su nieta política.

¿Cuántas personas podrían igualar esa valentía y destreza?

¡Ni hablar de Yolanda!

Ni cien Yolandas podrían compararse con el meñique de su nieta política.

Al imaginar la cara de arrepentimiento de Yolanda en el futuro, la abuela Zesati se sentía extremadamente satisfecha.

Le hubiera encantado anunciar a los cuatro vientos que Gabriela era su nieta política.

Pero lamentablemente, no era el momento adecuado.

Tenía que esperar un poco más.

Eva también estaba asombrada y miraba a Gabriela con una admiración inusitada en sus ojos.

Jamás se había imaginado que la joven no tuviera miedo a las serpientes.

La abuela Zesati había planeado otros momentos heroicos para impresionar, pero ahora veía que no eran necesarios.

¡Gabriela no necesitaba protección!

y dijo: “En realidad, no hay nada que temer de las serpientes. Hay un dicho que menciona

dónde está ese punto vital?”

“Tía Eva,

yo no me atrevo…” Eva se asustó y rápidamente se escondió detrás de la abuela Zesati.

eran lo peor para

también eran frías al

de malo una serpiente?” la abuela Zesati mantenía una expresión serena, aunque por

los

a su nuera y nieta política, tenía

abuela Zesati tiene razón, en realidad las serpientes no son tan terribles. ¿Quiere

Eva se estremecía de solo pensar en

lado, jugueteando con su rosario, con una expresión inmutable. Tal vez ni él mismo se había dado cuenta de que una leve sonrisa se había dibujado en sus

su vida, había conocido

una como

se encontraba

tener miedo a nada.

Sabía pelear.

Capturaba serpientes.

Curaba enfermedades.

Jugaba ajedrez.

además, era una magnate de la

qué sorpresas más

serpiente de jardín, que no era venenosa y, de hecho, un enemigo natural de los ratones, fue liberada por Gabriela en el acto. “Vete ya, y no asustes a la gente sin motivo. Hoy tuviste suerte de

Capitulo 316

puesta en el suelo,

y se puso de

Gabriela una botella de agua mineral. ‘Gabi, bebe un

“Gracias, tia Eva.”

el grupo continuó su camino

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