La Novia Equivocada Novela de Day Torres

LA NOVIA EQUIVOCADA By Day Torres CAPÍTULO 5

CAPÍTULO 5. Ese fuego tuyo… ¡ya se encendió otra vez!

Nathan, y al fin y al cabo, eso era lo que él buscaba: alguien que se limitara a cumplir sus órdenes sin preguntar ni dudar. —Bien, ya que todos están de acuerdo, creo que podemos formalizarlo y discutir las condiciones durante una cena —declaró con el mismo tono frío con que cerraba un negocio—. Mañana, en la mansión King, a las ocho de la noche, tendremos una cena oficial. Ahora si me permiten, debo retirarme. Con permiso. Paul lo siguió afuera y en un minuto habían desaparecido, mientras los Wilde se quedaban emocionados, celebrando aquella victoria. —¡Esta es la mejor noticia! ¡Hay que celebrarlo! —gritaba Heather—. ¡Vamos a abrir nuestra mejor champaña! Y como los Wilde eran de los que les gustaba presumir frente a los menos favorecidos, no tardaron en hacer que todos los empleados, incluida Amelie, se enteraran de la noticia. —¿Casarte… casarte con el señor King? —murmuró Amelie sin poder creerlo. —Pues claro, siempre te dije que soy una estrella en ascenso, el señor King se enamoró de mí en cuanto vio mis videos, así que me propuso matrimonio de inmediato. Amelie hizo un esfuerzo por no reírse. Eso solo se lo creía Stephanie, pero la verdad era que no podía entender por qué alguien como Nathan King se querría casar con una mujer tan malcriada y superficial como su prima. “Obviamente algo malo tenía que tener el CEO King. Esa cara y ese cuerpazo eran demasiadas cosas buenas para una sola persona. El pobrecito es tonto”, Amelie suspiró y se apoyó contra la pared, intentando asimilar todo aquello. La bruja de Stephanie iba a casarse con Nathan King… su jefe terrible y desagradable. —¡Diablos, me harán la vida imposible en todos lados! —masculló volviendo a la cocina—. ¡Estoy condenada! Pero si para ella resultaba imposible de comprender, para el abuelo King, el patriarca de la familia, aquello era una locura. —¡¿Cómo se te ocurrió, Nathan?! ¿Una extraña? —lo increpó el abuelo. —Pero es una buena mujer, además le salvó la vida de Sophia, incluso salió herida en el accidente por salvarla —intentó convencerlo Nathan—. Para mí eso es más que suficiente, abuelo. —¡Pues para mí no…! —James, calma —dijo Paul poniendo una mano sobre su hombro—. No habrá boda hasta dentro de tres meses. Es tiempo suficiente para que decidas si aprobarás a la muchacha. Dale una oportunidad. James King se cruzó de brazos y accedió rezongando, pero solo porque Paul era su mejor amigo y ya conocía sus trucos. Era evidente que algo se traía entre manos. —Bien, estaré en esa cena mañana… si me parece. Nathan tuvo que conformarse con eso y ordenó que se hicieran los preparativos para una cena al día siguiente. La chica no le había causado ninguna impresión, ni buena ni mala, no como… Sacudió la cabeza para apartar esos pensamientos y dedicó todo su tiempo al otro día al trabajo. Debían ser quizás las tres de la tarde cuando su asistente pidió permiso para entrar. —Señor, ya llegó la invitación formal que mandó a diseñar para su cena de esta noche —le anunció. —Perfecto, haz que el correo la mande con carácter urgente. —Por supuesto, enseguida se la doy a Amelie… —¿Amelie? —Nathan frunció el ceño. —La nueva chica del correo, es muy amable, acaba de pasar… —¿¡Qué!? ¡¿No dejé bien claro que ella no podía subir a este piso?! —exclamó y su asistente se puso pálida. —No… señor usted no me dejó ningún memo de eso —susurró su asistente y Nathan recordó que lo había pensado, lo había pensado mucho, pero finalmente no había dicho nada—. Si no yo la hubiera detenido, pero ya debe estar por regresar, creo que solo iba al cuarto de Copias de Seguridad a dejar las que hizo Diseño esta mañana… La cara de Nathan se puso lívida en un segundo. —¡¿Qué?! ¡La habitación de Copias

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