JUEGOS DE SEDUCCIÓN. CAPÍTULO 20. iQué quieres, Rex!? Era mejor que lo golpearan, fuerte en la cara. Rex prefería eso porque las palabras de Meli recordándole que Sophia era la mujer de otro hombre simplemente lo estaban volviendo loco. Se le revolvió el estómago cuando Will le lanzó una mirada asesina y entró a quedarse con Sophi. -¡Bueno, ya nos puede decir qué tiene?-gruñó Rex mirando feo al médico. -Pues la señora sufrió una deshidratación severa, provocada más que nada por los vómitos – respondió el doctor-. Pudo ponerse peor, pero en este caso, por suerte, no está embarazada, solo es una gripe estomacal, así que un par de días de sueros y descanso la pondrá como nueva. -¿Estará bien en cuatro días, doctor? – preguntó Meli. – ¿Pasa algo importante en cuatro dias? – preguntó el médico. -Sí, es su boda… 

-¿En serio, Meli!? – la increpó Rex furioso-.¿Tu hija está internada con una cosa seria que la hizo desmayarse y todo, y tú solo puedes pensar en la maldita boda? 

-¡Oye tú no eres médico, él es el que dice si la niña se casa o no! -replicó Meli chasqueando los dedos frente a su cara. 

– ¡Pero seguro le manda a descansar! i¿No es cierto, doctor?! 

-Bueno… 

-Acaba de decir que solo un par de días, Rex! -le gruno Meli. 

El médico se metió entre ellos y detuvo la discusión. 

-A ver a ver, vamos a calmarnos. La paciente tiene una gripe estomacal común, no podrá atragantarse con el menú de su boda pero definitivamente sí podrá casarse -sentenció. 1 Rex se cruzó de brazos, rezongando molesto mientras Meli y Nathan terminaban de ponerse de acuerdo con el doctor. Sophi se quedaría esa noche en el hospital y a la siguiente si todo seguía bien la dejaría irse a casa. 

– Tú vete para que tranquilices al abuelo y a los niños le dijo Meli a Nathan en cuanto el médico se fue-, Will y yo nos quedaremos con ella está noche. 

-Está bien, cuida a nuestra niña-accedió Nathan abrazándola-. ¿Estás decepcionada? 

— Un poco sí. La verdad estaba muy ilusionada con tener un bebecito en la familia -respondió Meli-. Pero supongo que ella tiene que encontrar su tiempo correcto, a su persona correcta. ¿ No es así? 

-Así es, amor -dijo Nathany Rex sintió que también una parte de él se llenaba de decepción, en especial porque Sophi tenía las cosas demasiado claras: 

Era cierto que había tenido dos meses para embarazarse y amarrarlo de alguna forma, pero ella no era así, y él parecia que solo era capaz de demostrar cada vez más que no era la persona correcta para ella. 

Dejó atrás a Nathan y a Meli y se fue a la recepción a preguntar por el consultorio del doctor que atendía a Sophia. Veinte minutos después estaba allí con él, teniendo la conversación más incómoda del mundo. 

de que Sophia no debe quedarse hospitalizada una

Lanning… – ¿Y ahora?

-No. 

-¿Y ahora? -¡No! 

– ¿Y ahora? 

billetes, no la voy a dejar internada si no está enferma! – replicó el médico con

lo que había entrado, y en la otra esquina del corredor, desde

como si dudara de su inteligencia. –¡Qué ético ni que nada, no seas baboso, yo le pagué más! – replicó y Nathan hizo un puchero. -¡Ay Dios, mi mujer es

impedir esa boda, iva a tener que hacerlo él mismo! – gruñó Meli taconeando de regreso a la habitación de su hija. Creo que sería justo decir que Rex jamás tuvo una peor noche en toda su vida. Estaba despierto en la cama, dando vueltas mientras su mente volvía a Sophia una y otra vez. Nunca había esperado que ella rechazara la idea de tener un bebé con él, y el sentimiento de frustración y decepción que brotaba en su pecho

era casi imposible reconciliar la mujer de la que se había enamorado con la que quería desde que era una niña. Porque algo si era seguro:

la casa, tomó su auto y se fue a la oficina a trabajar, pero aun asi era tan suertudo que cuando represó en la tarde estaban trayendo a

noche de no

dia de

ver a Sophi mientras ella se recuperaba

antes de la boda la casa se revolucionó con las despedidas de solteros. Nathan por supuesto se llevó a Will

había ido a descansar. Rex aprovechó para colarse por una de las ventanas y se la encontró acurrucada en la cama, tomando helado y

luego Sophi dejó el helado a un lado para tomar una bata

te sientes -murmuró él. -Bien, agotada, pero mejor. Gracias

nada, solo lo que tenía que hacer. -Respiró hondo y negó-Solo quiero que estés bien, Sophi.

hizo acopio de todas sus fuerzas para no

la mujer que soy -susurro-. Sigues aferrado a la niña que fui, pero ya no me conoces en absoluto y creo que así es mejor. Mañana todo esto terminará justo a las cinco de la tarde, y para la noche Will y yo regresaremos a Europa y tú

quieres casarte mañana, Sophi?- no

tienes que

a regalar el primero, Rex? No quieres que me case con Will porque según tú no estoy enamorada de él. ¿Entonces qué quieres? ¿Que salpa al mundo y vuelva a repasar la lista de hombres a ver si me enamoro

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