CORAZONES ATADOS. CAPÍTULO 6. ¡Prométemelo! 

Maddi temblaba y no era de frio. Habían hecho la cita para una clínica especializada, y James había insistido en acompañarla, pero Maddi no lo había dejado pasar más allá de la sala de espera. 

-No tienes por qué hacer esto sola–murmuró James. 

-Sí, sí tengo. Esta es mi decisión y es mi responsabilidad. Y tú has sido un amigo increíble, pero no puedo dejar de sentir que también te estoy lastimando mucho con esto y no… no quiero que entres. 

-Está bien. Está bien, aquí voy a estar esperándote cuando salgas… y vamos a pedir fetuccini y veremos El Patriota, ¿de acuerdo? 

OK…susurró Maddi antes de darle la espalda y seguir a la enfermera que la había llamado. 

Le pusieron una bata de hospital y una doctora muy amable le explicó cómo realizarían aquel procedimiento mientras acercaba una máquina de ultrasonidos. 

En media hora realizaremos la intervención, solo déjame revisar el avance de tu embarazo para asegurarme de que no voy a ciegas–dijo la doctora mientras echaba un gel helado sobre. su vientre. Este es un ultrasonido Doppler… es mejor que no veas a la pantalla. 

Maddi frunció el ceño. 

-¿Por qué no?-preguntó. 

-Bueno… es que decidiste no tenerlo, y ver el desarrollo del feto puede llegar a ser contraproducente para tu psicología en este caso. 

Los labios de Maddi temblaron. 

-¿De… desarrollo? ¿Qué qué desarrollo…? Solo tengo poco más de ocho semanas, pensé que era como una semillita, ¿un garbancito? 

La doctora se le quedó mirando y asintió con un gesto que a Maddi no la convenció. 

—¿No es asi? ¿Qué no me está diciendo? -reclamó asustada. 

Bueno, es que el garbancito ya tiene un esbozo de… ojitos, bracitos, piernitas, y… -La doctora dudó un momento pero luego conectó el audio y Maddi dio un respingo cuando escuchó aquel aleteo que parecía abejita zumbando. 

-¿Eso es…?–Las lágrimas le subieron a los ojos sin que pudiera evitarlo. 

El Doppler es un ultrasonido muy potente, así que aunque sea tan chiquito ya se puede escuchar su corazón -dijo la doctora y ella manoteó para ver bien la pantalla. 

Maddi rompió a llorar mientras veía la ecografía de su bebé. Solo era forma borrosa en la pantalla pero ella ya podía distinguir demasiado. 

Quince minutos después la doctora salió del consultorio y pasó la vista por la sala de espera, hasta que alzó la voz 

James?-preguntó y de inmediato James de acercó a ella. 

¿Qué pasó? ¿Maddi está bien?-respondió él asustado. 

sera mejor que entre

al suria. Maddi se rodeaba las rodillas con las manos y lloraba desconsolada. La abrazó con fuerza mientras le acariciaba el cabello con ternura y ella se colgó de su

puedo hacerlo, James… ya tiene corazoncito… y piernitas–sollazó mientras los dos miraban la pantalla donde se había quedado congelada aquella foto- ¡Tienes que prometerme que vas à cuidarlo

asintió, apoyando la frente en la suya mientras su pecho se

este va a ser el bebé más consentido de la tierra.

mares bonitos para que

de nuevo y ni siquiera volvió a salir de la habitación, solo se dio la vuelta mientras ella se cambiaba y luego la sacó de allí lo más

Maddi se sentía tan mal, pero después de todo era solo humano, él quería tener a ese bebé, y sabía que podía darle la familia más hermosa del mundo, porque nacería siendo un King.

regreso al departamento, ya James había hecho las maletas

-¿Nos vamos? 

que sigamos viviendo en este edificio -respondió James–Hablé con mi hermana y me dejó la llave de su departamento en la ciudad, hasta que

no podía objetar mucho. Vio a James cortar sus tarjetas y lanzarlas

diferente, alejada de todo esto dijo el tomando su mano mientras abandonaban aquel edificio para siempre.

era cálido y acogedor, se notaba que había sido el hogar de una mujer por mucho tiempo, pero solo tenía

lo suficiente en este sofá como para saber que está increible. Además será

y pelicula triste, y cuando ella se durmió, James la levantó y la acestö en la cama para que estuviera cómoda. Sin embargo antes de que se fuera Maddi se agarró a la manga de

no te vayas–murmuro con los ojos cerrados– Si te vas creo que dejaré de dustingir entre la realidad

un largo rato se quedó quando al techo,

tan valiente, asi que entendió que

a su lado, pero apenas se asomó a

la oficina. ¿Quieres venir

 

me gustaria respondió Maddi. Sé que no debo volver a trabajar pronto, pero

con sencillez, apenas un jean, una blusa ancha y suavecita, y sandalias bajas, y cuando miró

iba a trabajar en pijama, y tú te ves linda con cualquier cosa,

– 

cuando vio aquella

nuestros, solo tenemos

toda la diferencia para mi! -replicó ella con sorna, pero pronto

firma, el siguiente, saludo, pluma, tablilla, firma, el siguiente…

oficina principal y James se volvió hacia

-¿Pasa algo? 

o algo… -murmuró ella y James se rio presentándole a su asistente-. Loretta, esta preciosura es

de unos sesenta años, con lentes estilo ojos

lo

tienes que cuidarla muy bien–respondió James. -¡Perfecto, entonces! ¡La buena noticia es que yo le voy a dar el tour mientras usted atiende at la Hidra que está en su oficina!-declaró Loretta

aquí?

una hora preguntando por usted, y no pude sacarla porque probablemente sus extensiones tengan seguro y yo soy pobre, señor King…

suspiro y ella se encogió

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