CORAZONES ATADOS. CAPÍTULO 7. Si tuvieras opciones 

James salió de aquella oficina apresurado, sin importarle que tras él quedaba Sabrina, furiosa y lista 

para 

hacer un escándalo mayor. Solo le importaba que Maddi no se sentía bien y debía estar ahí para ella. 

Le bastó un segundo después de empujar la puerta del baño de mujeres para saber lo pasaba. 

que le 

-Tranquila nena, tranquila -susurró sosteniéndole el cabello mientras ella devolvía todo el contenido de su estómago-. Eso… deja que salga todo. 

Maddi apenas podía soportar la intensidad de sus náuseas, la cabeza le daba vueltas y sentía una ola de dolor que le recorría el cuerpo con cada arcada. Nunca se había sentido tan mal en su vida, y apenas podía levantar la cabeza, solo sentía un brazo de James alrededor de su cintura sosteniéndola. 

-Eso, nena, mejor afuera que adentro–murmuró él suavemente, levantándola para echarle agua en la cara y secando las lágrimas que seguían cayendo de los ojos de Maddi-. Eso, linda, respira, estoy aquí contigo. 5 

Las lágrimas corrían por sus pálidas mejillas de Maddi mientras se aferraba desesperadamente a su mano hasta que empezó a calmarse poco a poco. 

-Creo… que no vuelvo a pasar por la cafetería de tu edificio… 

-susurró. 

James sonrió, comprendiendo que los olores ya estaban empezando a afectarla. 

-No te preocupes, buscamos una cafetería que sí te guste y yo te la compro le dijo. Ahora pasa tu brazo por mi cuello, eso nena, te voy a levantar, vamos… 

James la alzó en sus brazos y Maddi se dejó llevar porque realmente no tenía fuerzas para caminar. Él se dirigió a su oficina y antes de que se aproximara por el corredor, ya podía ver el rostro desencajado de Sabrina al verlo cargando a otra mujer. 

-¿¡Qué diablos significa esto, James!? -le gritó histérica-. ¿¡Ya tenías a otra!? 

-¡Cállate, Sabrina! —gruñó James sintiendo cómo el cuerpo de Maddi se tensaba-. Y lárgate de una vez, que no tienes absolutamente nada que hacer aquí. 

-¡¿Cómo que no?! ¡Me estabas engañando con esta…! 

-¡Cállate! ¡Loretta, llama a Seguridad! A partir de hoy Sabrina tiene prohibida la entrada al edificio –gruñó James esquivándola para meterse a la oficina y Loretta se puso delante de la puerta como si fuera uno de los custodios de un antro para evitar que Sabrina lo siguiera. 

-Ya escuchó al señor King, será mejor que se vaya -dijo sacando su celular y llamando a Seguridad. 

En cuestión de segundos dos guardias estaban allí y Sabrina se largó solo para evitar que aquellos hombres la sacaran a la fuerza. 

en el sofá y le acercó un vaso de

-¿Mejor? 

problemas -murmuró

Sabrina -replicó él-.

dos tenía idea de que el inicio de aquel embarazo sería tan duro. En la semana que siguió Maddi

doctora dijo que exactamente como empezó, así se va a ir–la consolaba James, pero la verdad era que estaba cada vez

hacer un desayuno sin olor cuando los wafles se le quemaron. Se le quemaron, limpió todo, volvió a hacerlos y se detuvo mientras

baño, pero nadie le respondió.

en el suelo del baño. El agua caía sobre su cuerpo desnudo y él maldijo desesperado

favor! -le suplicó, acostándola en la cama y

siento… me dio un mareo… -susurró ella y James respiró

darme

siento… Maddi se vio envuelta en aquella toalla y se cubrió los ojos con una mano mientras

mantas -replicó James tapándola hasta el

la puerta él

que es bonita! -murmuró recostándose a la encimera. El susto inicial no le había permitido detenerse en eso, pero ahora sí podía recordar todas

de playa,

que siguieron, incluso cuando no lo esperaba, aquellas imágenes asaltaban su cabeza, haciéndolo contener el aliento y morderse los labios

 

a poco iba sintiéndose mejor de salud, pero su ánimo no mejoraba mucho. James podía ver cuánto peleaba cada día por ponerle buena cara, y si era honesto

la hiciera salir de

noche mando al jet por ti, cariño —le

  • Meli. 

nos reunimos esta

casa, vamos a celebrar la graduación de tu hermana y los amigos

bien, mamá, nos vemos mañana

hijo, nos vemos.

llegó a casa ese día emocionado.

a viajar! -fue su saludo, besando la mejilla de

¿A

Mi hermana Naiah se

-Espera… ¿yo también? 

de todo, son

y su pequeña hija Samantha. La niña de siete años se

volver a prestarte atención hasta que no estemos de regreso. Si tiene un niño alrededor, ya lo perdiste.

como un koala, abrazada a James y Maddi tuvo que reírse porque él tenía toda la pinta de tío favorito,

cariño…! -exclamó Meli y se quedó petrificada cuando vio

tenía idea de que tuviera una

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