La Novia Equivocada Novela de Day Torres
Capítulo 97
JUEGOS DE SEDUCCIÓN. CAPITULO 14.
Una mala noche Rex sintió que el corazón se le encogía, nueve años después era capaz de recordar esas palabras. Esas mismas que habían salido de su boca cuando le había propuesto sumarse a aquella orgía que ya tenía con otras tres mujeres
–¿Estás haciendo esto para vengarte de mí? — le preguntó mirándola a los ojos y ella negó con tristeza.
– No, si hubiera querido vengarme de ti hubiera dejado que me follaras la primera noche y luego te habría dicho quién era –murmuró ella–. Yo solo... necesitaba entender que era verdad.
–¿Qué cosa? –gruñó Rex.
–Que nunca podrías quererme –respondió Sophi–. Necesitaba asegurarme, ¿sabes? Uno nunca debería quedarse con la duda cuando hay sentimientos tan importantes de por medio. Pero al final me lo dejaste claro en ese velero: no me quieres, si tuvieras que montar la maldit @ orgía mil veces, mil veces lo harías, porque no puedes quererme.
Rex la escuchó suspirar con cansancio y aquel nudo en su garganta se hizo insoportable.
–Yo nunca quise lastimarte... – murmuró, porque él mismo se había repetido cientos de veces que quien le hubiera roto el corazón a Abby no podía ser más que un cabrón.
–Lo que queremos y lo que realmente logramos hacer, Rex, casi nunca van de la mano. Bien dicen que de buenas intenciones está pavimentado el camino del infierno – replicó ella—. Pero supongo que eso ya no importa. Tienes razón, soy una isla, mi corazón es una fortaleza amurallada y ya no estoy dispuesta a compartirlo. Lo bueno es que gracias a ti ya no tengo que hacerlo.
Le dio la espalda y se dirigió a la puerta con paso suave, sintiendo por primera vez en muchos años que una extraña paz se apoderaba de ella.
– Sophi...! Esto no tenía por qué ser así – murmuró él.
– Tienes razón respondió ella mientras sus ojos se llenaban de lágrimas –. Supongo que en esto saqué la mala sangre de mi madre, pasaron nueve años y aún no supe cómo rendirme contigo. – Se limpió las lágrimas antes de que cayeran y luego sonrió con una mezcla de resignación y cansancio–. Creo que ya es tiempo de que lo haga. Ya no tienes que preocuparte por mí, no voy a volver a molestarte. Abrió la puerta, pero Rex sentía como le estuvieran acuchillando un costado y solo quisiera gritar de dolor.
vas a casar con Will? – la increpó y unos segundos
y antes de irse se detuvo un instante-. Todavía creo que eres una buena persona, Rex, solo.... no tienes la culpa de no quererme. –Se agachó, bajándose la media de la zapatilla deportiva y desanudando ese diminuto cordel que él ataba a su tobillo cada mañana. Lo miró durante un largo segundo mientras Rex contenía la respiración y luego lo dejó sobre un mueble que tenía cerca–. Creo que ya es hora de que nos dejemos ir el uno al otro–declaró sin mirarlo y cerró la puerta con
subía a la garganta porque ni siquiera eso se merecía. ¿A quién iba a culpar, si él mismo la había hecho así? Las palabras de Abby en aquel velero mientras le reclamaba que fuera una mujer distante, un ave de paso, le volvieron
de
de verdad había querido creer que solo la había alejado, no tenía idea de que esa especie de monstruo destrozador de corazones que tanto había odiado en
un rincón de la casa, con la espalda apoyada contra la pared mientras observaba como todos los demás disfrutaban
otra vez, eso quería, pero la suerte no estaba de su parte. Por mucho que tratara de ahogar aquellos pensamientos, aquellos sentimientos, la imagen de Sophi sonriéndole tristemente mientras le entregaba el pequeño cordel, –que era más poderoso que cualquier anillo–, y le
en su bar y fue a sentarse a la mesa de los Bishop. Will ya era
cuentas nadie podía comprender los sentimientos ajenos. Meli era la madre de su corazón,
tras otro en las manos de Will, incitándolo a beber: Whisky o cerveza, sin discriminación, y dos horas después todos en aquella mesa estaban perdidos de borrachos menos Rex, que era el mejorcito. 1 –¿Esssss mi impresiónnnn... o tú
¿Jugar a las casitasssssss...? – replicó Nathan y luego se quedó pensativo– . ¡Pues sí, eso justamente hacen! –¡Ya cállate, no digas babosadas! – lo regañó el exfutbolista con impaciencia–, Déjalo que se
va a
el alcohol provoca el deseo... pero impide el acto! –sentenció Rex como si
analizó aquellas palabras
pasado tantos años espantándole las mujeres a Rex Lanning,
fallhillta es ir a la cocinaaaaaaa... a bussssscar una sarrrrténnnnn... y espantarle al pretendiente a nuestra Sophi!
los ojos en blanco y
rojo como un tomate, entre el whisky la cerveza, la indignación y la impotencia. Su mirada iba de Sophia a Will mientras bailaban una canción suave demasiado acaramelados para su gusto–. ¡Si es que esos dos no tienen nada que ver! – siseó sin poder contenerse –– ¡Al final va a ser verdad que el amor es
osssssscurito sabe bien lo que busca, ttttte lo digo yo! –se carcajeó Nathan y Rex se
la farmacia! –gruñó agarrando a Nathan por el cuello de la camisa para llamar su
de Rex se hinchó de felicidad cuando lo vio girarse hacia ellos abriendo la boca como un dragón
Leer La Novia Equivocada Novela de Day Torres Capítulo 97 Leer La Novia Equivocada Novela de Day Torres novel Capítulo 97 La lectura La Novia Equivocada Novela de Day Torres de Day Torres ha sido actualizada al capítulo Capítulo 97 . En Capítulo 97 de la serie La Novia Equivocada Novela de Day Torres, Nathan King es el hombre más poderoso y rico de la ciudad. Su riqueza hace que ya no crea que las mujeres acuden a él por amor, hasta que conoce a Amelie, una chica pobre. El destino los ha emparejado, pero ¿se juntarán?... ¿Este $capítuloTítulo autor $autorNombre menciona algún detalle? Siga Capítulo 97 y los últimos episodios de esta serie en Novelxo.com. La Novia Equivocada Novela de Day Torres Capítulo 97 La Novia Equivocada Novela de Day Torres novel Capítulo 97