Capítulo141

El aire quedó abruptamente en silencio.

César veía que la conversación entre los dos iba a fracasar de nuevo, se sentía desesperado y

quería saltar sobre Alejandro para tapar su boca.

Clara río apresuradamente, sus ojos almendrados brillaban con lágrimas: -Alejandro admito que

en un principio fui demasiado ambiciosa y me aferré a ti contra viento y marea. Pensé que podría

hacerte enamorar de mí al ser tan amable contigo, pero al final, aparte de sentirme conmovida de

mí misma, no conseguí nada. Pero hay una cosa que dijiste mal, y es que aunque me obligues a

alejarme de ti, nunca te culparé. Quiero separarme de ti en buenos términos, pero eres tú quien

una y otra vez me ha enredado, destrozando la última pizca de dignidad entre nosotros. Por eso, no

me quedó más remedio que expulsarte, el invasor que perturba mi nueva vida. Alejandro, una vez

me casé contigo porque no tenía otra opción, y lo que te hice ahora también es porque no tengo

otra opción. La única forma de que ambos seamos felices es que desde ahora en adelante seamos

extraños el uno del otro.

de Alejandro fue golpeado por un

rocío es pesado. Lleva al Sr. Hernández

profundo de su corazón

una vez más.

persona que no ve su amor ni su sacrificio no vale la pena

agudo en su muñeca, se volvió rápidamente y quedó

forcejeó

abrieron ligeramente, a

sonó de repente, D

es un poco irrespetuoso que esté aferrándose a nuestra futura nuera en la puerta de nuestra casa a altas

se sintió nerviosa y asustada,

venido a verte, y has logrado tu objetivo. Por favor, Alejandro, cumple tu palabra y deja de

y necesito regresar de inmediato. Por favor, recoge las colillas de cigarrillos

estaba tan fría como el agua estancada mientras hablaba mecánicamente, luego se dio

frío, asustado por la frialdad e imponente presencia de la

la señora Hernández siempre había sido una mujer amable y gentil, siempre sonriente y radiante cuando veía al

destello de esa luz única que

para convertir a una mujer tan maravillosa en alguien tan desalmada como

-Irene, detente.

te he dicho que te vayas, ¿cómo

así?

soy tuya, ¿por qué

ojos, su tono era frío y despiadado: —En el pasado, cuando te divorciaste de

urgencia para cederle el lugar

sido muy consciente y me he desvanecido de

más necesitas para estar

The Novel will be updated daily. Come back and continue reading tomorrow, everyone!

Comments ()

0/255