Capitulo315

Clara levantó su delicada mirada en un gesto de confianza y avanzó hacia Alejandro. Por un

instante, el corazón de Alejandro palpito fuertemente. Se hizo un nudo en la garganta, y su

musculoso cuerpo se tensó aún más bajo su traje. Cada parte de su cuerpo parecía conectado a

Clara, deseando estar cerca de ella en ese mismo instante.

Jimena frunció el ceño, abrazando a Alejandro con más fuerza, y demostrando su posesividad

Sintió claramente que Alejandro no solo conocía a esa hermosa mujer, sino que también le

importaba mucho.

Justo cuando Alejandro pensó que Clara se dirigía hacia él, ella pasó suavemente junto a él,

rozándolo ligeramente.

-¡Christian! -exclamó Clara, dejando atrás a un Alejandro completamente desconcertado. Fijó su

mirada en él y sonrío, llamando así su atención.

-Oh, ¡mi dulce amor! -exclamó Christian, emocionado al ver a Clara como si fuera una amiga

querida, a la que había extrañado mucho. Extendió la mano en un gesto de saludo que solo dos

personas íntimas podrían comprender, lo que indicaba la cercanía entre ellos.

Los tres hombres presentes quedaron atónitos, y Jimena también quedó sorprendida. Christian

tenía un carácter fuerte y arrogante. Durante los tres años en los que fue su aprendiz, esta mujer

vez la elogiaba y siempre demostraba ser una persona huraña e

¿qué virtudes tenía? ¡Sin embargo, logró ganarse la sonrisa

fácilmente!

sabía que estabas en la Ciudad de México. ¡¡Oh,

a cenar-exclamó Christian emocionado, abrazando

No quiero interrumpirte-respondió Clara con

Ella conocía a Christian bajo

había hecho un vestido, sino que

encanto mágico. Cualquier persona que trabajara con ella eventualmente

su

pianista internacional, recuerdos

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él, sus

como Jimena lo hacía ahora. También solía hablar emocionada,

llena de entusiasmo. Sin embargo, él la ignoraba casi por completo, rara vez

la miraba.

el tiempo, Clara se volvió más reservada, pasando desapercibida en Villa del Mar,

esos tres años, ella no tenía vida social ni amigos. Él la encontraba

el mismo encanto que Beatriz y

de

estado a punto de destruirla por completo.

sumisa y complaciente, atrapada en su propia

complacer y ceder.

pasión ardiente y

catástrofe.

con sus ojos brillando mientras miraba más

agitando su mano hacia él con una sonrisa

Pol, ocupado ajustando su corbata. Aunque normalmente

nerviosismo. Caminó hacia Clara con pasos

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