Capítulo338

Jimena se sonrojó de repente, sintiéndose muy incómoda.

– Alex, ¿te disgusta que Jimena te ayude? Ni siquiera ha comido ella misma y ya está pensando en servirte el plato. – Rodrigo frunció el ceño, siendo el primero en apoyar a su hermana.

Lo siento, Alex. No lo pensé bien. Debería haberte preguntado si querías este plato primero.

Jimena fue a buscar otro plato que le gustara a Alejandro, pero fue detenida de nuevo por él.

Yo mismo me serviré.

Jimena hizo un pequeño puchero: – Hmm, hace años que no te veo, ¿acaso te has vuelto distante

conmigo? Cuando éramos niños, teníamos una relación muy cercana.

– La relación que teníamos de niños era diferente. Pero ahora ya no eres una niña. – Alejandro sin prestar atención a nadie más, tomó un trozo de pollo y se lo llevo a la boca, masticando con calma.

Jimena sintió un apretón en el pecho. Su rostro se oscureció y con frustración, se metió un trozo

de pescado en la boca, mordiendo con fuerza.

Alejandro observaba los platos exquisitos y apetitosos sobre la mesa, recordando que, en el pasado,

Clara solía cocinar para él también.

Él sabía que preparar esos platos llevaba tiempo y esfuerzo. También sabía que ella había estado ocupada en la cocina toda la tarde. El humo y los olores de la cocina hacían que su rostro estuviera un poco grasiento, y apesar de ello, ella se esforzaba por contener una tos suave.

Sin embargo, él nunca la había elogiado en lo absoluto.

Incluso la comida estaba al nivel de un chef, más él no estaba dispuesto a admitirlo, aunque comic

un montón.

recibir sus elogios, pero al final, cuando terminó en decepción,

inexplicablemente.

después de ese breve momento de desánimo,

y le

¡La próxima vez, lo haré aún

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La próxima vez.

próxima

estos pensamientos, Alejandro sintió que el delicioso sabor en su boca se volvía

estuviera masticando cera.

escuché de Leona que recientemente has estado ocupado con los preparativos para la boda de Ada Gutiérrez, estás compitiendo con el grupo

cierto?

pasó mucho tiempo antes de que Jimena hablara nuevamente.

interesarle el asunto, ella apoyó la cabeza en

inocente en el

la Ciudad de México

una recepción para darle la bienvenida? Sería una oportunidad para

una expresión tranquila. Lo que más odiaba era hablar de

preguntaban sobre lo que no les incumbía.

– Sí.

Jimena parpadeó con sus grandes ojos brillantes.

-No es necesario.

Gutiérrez y otros invitados. ¡Es uno de mis talentos!

impresionar a

No es

sin dudar: – Eres la señorita de la familia Rodríguez. No es apropiado que hagas eso. Contrataremos

evento.

expresión de Jimena cayó al instante: – ¿Así que Alex

Alejandro perdió un

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