Capítulo 3

Yael se quedó sin palabras.

Dorian preguntó: “¿No estás ocupado?”-

Yael asintió con la cabeza rápidamente: “Si, muy ocupado.”

Echó un vistazo a la ventana que ya estaba oscureciendo y no pudo evitar recordarle: “Jefe, hace rato que terminó la jornada laboral, y tengo una cita con el agente para ver un piso, puedo irme ya?”

Dorian echó un vistazo a la esquina superior derecha de la computadora, eran más de las siete.

Asintió levemente: “Si.”

“Gracias, jefe Después de dar las gracias apresuradamente, Yael recogió sus cosas a la ligera y salió corriendo.

Cuando la puerta de la oficina se cerró, Dorian finalmente levantó la vista de la computadora, su mirada se detuvo en la puerta cerrada por un momento y luego se trasladó a la oscuridad de la noche afuera.

Era la hora en que todas las luces de las casas estaban encendidas, las luces de los vecindarios lejanos ya estaban brillando densamente.

Dorian recordó la luz que siempre estaba encendida en su casa al llegar y a Amelia, que solia estar dibujando en el sofá

Cuando la imagen de Amelia cruzó su mente, la expresión de Dorian se suavizó, retiró la vista de la ventana y miró hacia la pantalla de la computadora, sus dedos largos cayeron sobre el teclado, pensando en continuar trabajando. Apenas había tecleado una letra cuando se detuvo; los planos y reportes que una vez le fascinaron ahora le parecian insipidos.

Apartó el teclado de un empujón, se levantó, arrancó su chaqueta de traje del perchero, se inclino para tomar las llaves del coche de su escritorio y salió de la oficina.

Toda su emoción se estabilizó lentamente después de que se subió al coche.

Soltó un suspiro y arrancó el motor, poco a poco comenzó a conducir.

Fuera de la ventana del coche, el bullicio de la ciudad brillaba lleno de vida, pero Dorian conducia sin rumbo, sin ganas de regresar a casa.

Cuando su coche pasó por el vecindario de Amelia, la frase de Yael “Parece que Amelia va a vender su casa” irrumpió inesperadamente en su mente.

Dorian miró involuntariamente hacia la entrada del vecindario.

Justamente Amelia estaba saliendo y al levantar la vista, su mirada chocó con la de Dorian dentro del coche, ella se detuvo por un instante

Él también la vio y su mirada pasó tranquilamente por su rostro

Amelia forzó una sonrisa hacia él.

Dorian desvió la mirada con frialdad.

Ella se sintió un poco incómoda, se rio irónicamente, retiró la mirada y estaba a punto de irse.

De repente, Dorian la llamó. “¿Vas a salir?”

Su voz seguía siendo la misma de siempre, tranquila y serena.

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Amelia lo miró sorprendida y asintió. “Sí, voy a comprar algunas cosas.”

Darian asintio, sin decir nada más

normalidad durante los últimos dos

sonrió disculpándose y estaba a

Dorian habló de nuevo:

“Sí, acabo de

pero el no mostró

más, tampoco preguntó si él había comido, solo le

no dijo nada más, no la siguió, pero

desde el reflejo del

baño estaba quemada y ella habia ido a comprar un bombillo para

se dio

los dos se encontraron de

no podía hacer como si no lo viera, pero como ya se trataban como extraños incluso dentro del matrimonio, no podía saludarlo afectuosamente, así que cuando sus miradas se cruzaron de

no mostró ninguna expresión, solo la miró fijamente, tranquilo pero con una sensación opresiva, haciendo que hasta la respiración de Amelia se

al coche de Dorian, él abrió la

solo siguió detrás de

de su apartamento, ella finalmente no pudo evitarlo, se giró con duda y

Dorian respondió: “No.”

Amelia no dijo nada.

Queda algo de

no pudo evitar recordarle, “Oye,

le recriminó: ¿Un viejo compañero de clase

y dudando, le

notó el bombillo que tenía en la mano y frunció ligeramente el ceño:

con la cabeza: “Sí,

su mano

necesario, puedo

luz del baño, agarró una silla del vestibulo, la colocó debajo y subió en ella Como era

“Voy a cortar la electricidad primero, bajó el interruptor general y la habitación se sumó

celular y lo ilumino

tranquila y grave llegó desde arriba mientras Dorian ya estaba

y decididos, con una especie de elegancia eficiente.

se quedo un poco

todavía lo estaba mirando fijamente. Sus ojos chocaron sin tiempo para esquivarse y ella, incomoda, sonrió torpemente y dio

piernas en retirada a su rostro, posándose en

el la bacia sentir

ver si la luz

su muñeca, el celular cayó al suelo y

sentia un sobresalto en el corazón, Dorian ya la habia

cintura, mientras su otra mano caia detras de

Amelia instintivamente intento empujarlo.

se tensaron repentinamente y él profundizo el beso con una fuerza que no admitia

ella no quiso

pesados comenzaron a

presionó contra la pared y la beso con cierta

dio la oportunidad de pensar, el beso se volvio mas y mas

detuvo abruptamente, sin dejar que ella viera su rostro, levanto su mano para presionar su rostro

pudo sentir claramente su respiración volviendose

se dio la vuelta para recoger el celular que volvia a sonar

el botón de

un vistazo y se dirigio al interruptor de la

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