Mi Frío Exmarido

Capítulo 163

Capítulo 163

Fabiona aizó la vista y le lanzó una sonrisa forzada a Eduardo: “Soy Fabiana Samper, puedes llamarme Fablana o la Srta Fabiana, no me gusta ser llamada de otra manera.”

Termanando de hablar, su sonrisa se esfumo y volvió a mirar su celular.

La sonrisa de Eduardo se congeló un poco.

Manuel intervino para aliviar la tensión: “Ella no recuerda mucho de su niñez, esta muchacha ha pasado mucho trabajo desde pequeña, me tomó dos años convencerla de que al menos pasara a visitar la casa.”

Eduardo escuchando, sintió aún más compasión y no se tomó a mal la descortesia de Fablana, manteniendo su semblante amable, le preguntó: “¿Fabiana, tienes novio?”

“No, qué va. La chica levantó la vista un momento, “Estoy ocupada con mis estudios, no tengo tiempo para novios.”

“Esta chica es todo un cerebrito, acaba de graduarse con una maestria en Arquitectura del Instituto Federal de Tecnología.”

Manuel no podia ocultar su orgullo y tras mencionar el nombre de la institución, continuó elogiándola, “Desde chica dije que esta niña estaba hecha para estudiar. Es tranquila, seria y concentrada en su trabajo, además de inteligente. Sabía que iba a llegar a una buena universidad y no me equivoqué.”

Eduardo había visitado esa universidad con Manuel y no pudo evitar expresar su admiración: “De verdad que es impresionante.

Y en el fondo, se sentia feliz por Amandita.

Siempre había tenido grandes esperanzas puestas en ella desde pequeña.

Fabiana finalmente lo miró de nuevo y dijo: “Gracias.”

Su sonrisa ahora tenía un toque de sinceridad.

Esa sinceridad conmovió a Eduardo, quien no pudo evitar volver al tema del matrimonio: “¿Hay alguien que te guste?”

“No, nadie. Respondió con franqueza, sin un ápice de timidez o incomodidad.

Manuel, aprovechando la oportunidad, desvió el tema a Dorian: “¿Y el pequeño Sr. Ferrer también está soltero, verdad?” Cintia tomó la palabra: “Si, Dorian sigue soltero. Hace poco Yael me dijo que estaba pensando en ir a una cita a ciegas.” “No necesita ir a citas a ciegas.” Manuel miró a Fabiana, “Si ambos están solteros, se conocen desde niños y nuestras familias se conocen bien, además de tener edades apropiadas, por qué no intentar juntarlos.”

“¿Ah?” Fabiana miró a Manuel sorprendida, “¿No será eso un poco forzado?”

Manuel pensó que ella se resistiría y rápidamente trató de calmarla: “Solo es para que se vean y si hay química, que salgan. Si no, pues no pasa nada, no estamos diciendo que se casen ya mismo.”

Eduardo estaba totalmente de acuerdo con la sugerencia de Manuel.

Las dos familias se conocían desde hacía décadas y eran compatibles socialmente. Aunque su relación no era tan cercana como en el pasado debido a la desaparición de Amanda, ambas familias todavia esperaban unir a sus hijos en

matrimonio.

Aunque los matrimonios arreglados ya no estaban de moda, no era extraño que las familias intentaran hacer de celestinas si ambos hijos estaban solteros y eran elegibles.

sabía cómo

no era tan simple como organizar una cena para

pudo evitar discutir el asunto

estaba de ánimo para discutir otros temas. Cuando Eduardo le preguntó qué hacer, ella respondió sin pensar: “¿Yo qué sé? Si no puedes manejar a tu propio hijo, ¿crees Que yo puedo hacer

las cosas: “Lo importante es hablar primero con Dorian y

hablado de

decía que buscara una novia sacaba a Amanda de excusa para no hacerlo y ahora que ella ha vuelto, ni la menciona. Al final, todo es culpa de él,

estaba que echaba chispas, todavía no entendia cómo Amelia había logrado convencer a Dorian, quien nunca había querido novia, para que se casaran a escondidas y

Amelia en el Estudio Esencia-Rufino, “Amelia está trabajando en la empresa y hasta le han dado el titulo de Directora

el

“Si, ¿tú

no dijo

y aunque aún no era hora de salir, le indicó a su

viró el volante en la

terminando su trabajo y se acercaba la

ver casas

ver que faltaban pocos minutos para

Amelia y al igual que ella, no estaba interesada en buscar pareja, solo queria un banco de esperma para tener hijos. Compartian muchos puntos de vista, por lo que no habia mucha jerarquía entre ellas. Viendo que se acercaba la hora de salida, la chica asomó la cabeza en la

cenar

“Esta noche tengo que ver casas con el agente inmobiliario, será para otro

casa?” Dalia tomó la palabra, “Podria acompañarte, así tienes una segunda opinión.

zona.

lo pensó y asintió: “Bueno, te

del trabajo no tengo planes. Mi gran diversión es ver casas, aunque no pueda comprar ninguna por ahora. Dalia sonrió

rio con ella: “Está bien, te llamo en

“OK” con la mano y salió de la oficina de Amelia. Al levantar la vista, vio cómo las puertas de cristal con sensor se abrían y Eduardo entraba, pero en lugar de seguir caminando, se detuvo en la entrada del área de trabajo, barriendo la sala con una mirada penetrante que silenció

confundidos, nadie lo reconocía y no

le preguntó con cortesia: “Buenas, ¿busca a alguien

mirada

Dalia no dijo nada.

transformaron en

su nombre, pero no muy

la puerta. Al ver a Eduardo, se

examino de arriba abajo y luego dijo: “Ven aquí

tenía ese aire autoritario de antaño. Sin esperar respuesta, se dio la vuelta para irse, pero al notar que Amelia no se

Su tono se suavizó un poco. “Serán solo unos

espero en la sala de reuniones Añadió, esperando a que ella

pudieron evitar mirar a Amelia

querer ser el centro de atención,

susurro bajito se convirtió en el bullicio de un mercado, todos

había olvidado la insinuante frase de Cintia esa mañana: “La

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