Mi Frío Exmarido

Capítulo 189

¿Qué hay en la nevera?”

Preguntó Dorian, dirigiéndose ya hacia el aparato.

“No hay nada adentro.”

Antes de que pudiera terminar, Dorian ya habia abierto la puerta del refrigerador

La vacuidad del refrigerador sumió a ambos en un incómodo silencio.

Estaba vacio y limpio, ni siquiera estaba enchufado.

Dorian echó un vistazo al enchufe colgando detrás de la nevera y luego miró a Amelia.

Con una mueca incomoda, ella explicó: “Es que me acabo de mudar hace poco, he estado muy ocupada con el trabajo,

así que aún no he tenido tiempo de comprar cosas para la casa.”

Dorian frunció el ceño y su mirada se desvió hacia la cocina, igual de vacía y limpia, ni siquiera una pizca de sal o

aceite, ollas o sartenes.

Parecía que nadie vivia alii.

Él levantó la vista hacia el balcón, tampoco había ropa tendida, ni siquiera una toalla.

Amelia siguió su mirada hacia el balcón y sintió un vuelco en el corazón, mirándolo instintivamente.

La mirada de Dorian ya había pasado al dormitorio.

La puerta del dormitorio principal estaba abierta.

Desde su ángulo podía ver una esquina de la cama.

La cama estaba simplemente hecha con sábanas y edredón.

Amelia también notó dónde se posaba su mirada, pero su corazón seguía inquieto, observándolo con nerviosismo.

Había estado ocupada con el trabajo y apenas había tenido tiempo de arreglar la casa, solo había tendido la cama,

nada más.

escoba ni un cubo

también se

y la pasó por el igualmente vacío salón y balcón. Se detuvo un momento en la comida para llevar sobre la mesa y finalmente la miró:

mudé hace un par de días y he estado trabajando horas extras en unos

Amelia se

la miró, sin

la presencia de Dorian o su propio nerviosismo lo que hacía que su cerebro se sintiera

luchando por

deberías sentarte un rato, sugirió Amelia en voz baja, tratando de cambiar de tema, “Voy a traerte un vaso de…” Se detuvo

de

Ni siquiera tenía vasos.

con una

Capitulo 189

ya lo había visto todo, claramente había adivinado que no había

su lugar.

tiró de la comisura de sus labios, sin saber qué decir, casi resignada a dejar que Dorian decidiera, se giró para ir hacia el sofá, queriendo sentarse para

desestabilizó.

mano para apoyarse en la pared, pero una mano seca y cálida la agarró, mientras

dijiste que solo

voz grave

instintivamente la mano de Dorian, cerró los

bien, murmuro, “solo que no he descansado bien, tengo un poco de insuficiencia de sangre al cerebro y me siento un poco mareada. El médico dijo que no

a sentarse en el sofá

los resultados de

bolso en el extremo del sofá y sacando el informe

todos normales,

un rato,” sugirió él, ayudándola a acostarse en el sofá, mirando alrededor, el sofá no tenía

y volvió

a excepción de la cama limpia y ordenada, estaba

ni cosméticos en

se detuvo en la maleta en

la cama y regresó, doblando

nuevo.

al supermercado a comprar algunas

voz se suavizó y ella recordó cómo él la había cuidado cuando

Era la misma ternura.