Mi Frío Exmarido

Capítulo 228

Capítulo 228

Dorian miraba con pena a la niña y su voz se suavizó involuntariamente: “Lo siento, es mi culpa, ¿te compro uno nuevo, te parece?”

La pequeña arrugaba su boca en duda, miraba a Dorian, queriendo asentir, pero su desconfianza la detenía. Miraba hacia atrás como buscando a alguien.

Dorian también miró en la dirección de su mirada.

Una mujer alta y corpulenta se acercaba apresuradamente, era la misma que lo había acompañado en Zúrich.

Dorian la observó de reojo.

La mujer claramente lo reconoció y algo avergonzada, le sonrió, luego se acercó para levantar a Serena.

La niña señaló con tristeza al globo roto en el suelo: “El globo se rompió.”

Dorian se dirigió a la mujer corpulenta: “Disculpe, no estaba atento y sin querer pisé el globo de la niña.”

La mujer sonrió: “No se preocupe, es solo un globo.”

“Le prometi que le compensaría con otro globo, dijo Dorian, mirando hacia afuera, “Creo que hay una tienda en la entrada, ¿sería posible llevarla para escoger uno?”

La mujer negó con la mano rápidamente: “No hace falta, los niños olvidan rápido, en un rato ya no se va a acordar, es solo un globo.

“A los adultos nos parecerá solo un globo, pero para los niños puede que no lo sea,” replicó Dorian, “Ya se lo prometí.”

Dorian miró entonces a la pequeña Serena, que seguía mirándolo con ojos grandes y esperanzados.

“Solo serán unos minutos,” le dijo a la mujer corpulenta, “No le quitaré mucho tiempo.”

“O si prefiere, ustedes pueden esperarme aquí y yo iré a comprarlo,” agregó Dorian.

La mujer lo miró sorprendida, probablemente pensando que alguien tan bien vestido como él ir a la tienda a comprar un globo para una niña era algo bastante inusual, pero aun así asintió con duda: “Entonces aquí lo esperamos.”

“Muy bien.”

Dorian asintió levemente y se dirigió a la niña: “Serena, ¿puedes esperar aquí un momento y yo voy a comprarte un globo, está bien?”

Recordaba que la última vez le había preguntado su nombre a la pequeña, “Serena”.

Justo cuando Dorian iba a levantarse, la pequeña se aferró a su pantalón con urgencia.

El se volvió hacia ella.

“Yo, también, quiero, ir.”

La niña hablaba en tono infantil, entrecortado, con sus grandes ojos llenos de anhelo.

Dorian la miró, un poco sorprendido.

La mujer, que no conocía a Dorian, vio que la niña quería seguirlo y se apresuró a levantar a Serena.

*En casa tenemos más globos, vamos a buscar uno allí, ¿le parece bien que usted siga con lo suyo?”

con firmeza, sus ojos se llenaron de lágrimas y miró

observó un momento y luego

si temiera que se la fueran a llevar

brazos de Dorian, rodeó con fuerza su cuello y acurrucó su

vista hacia la mujer corpulenta, pero al hacerlo, vio

y

hacia la pequeña Serena, que tenia su cara escondida en su cuello,

a Dorian.

de Dorian

a su lado, antes

vio que se llevaban a Serena y preocupada, miró hacia atrás

un gesto

mujer corpulenta se apresuró

figuras

espalda

en su hombro, abrazándolo con

miró a Amelia con

¿Estás bien?”

luego sacó su teléfono para enviarle un mensaje a Marta: “Siguelos y ya está, no

miró a Rafael con cierta disculpa: “Rafael, lo siento, pero no te voy a

sonrió: “No te

por lo de la noche

intenciones

antes y cuando llegó, se encontró con que Amelia estaba abajo jugando con su hija junto a Marta. Amelia no quería que la niña los viera, así que le pidió a Marta

de manera directa y

Era una respuesta esperada.

“Yo ya me voy”

sin insistir

esa naturaleza y a Amelia tampoco le gustaban esas

“Esta bien, ten cuidado en

salida y después de despedirse, cada uno se fue por

llevo a Serena

conocidos, abrazaba a Dorian sin soltarlo, pero también

emoción, solo abrió sus grandes ojos y preguntó con curiosidad:

༤ བབ ཆ ྋ

dio una sonrisa:

frunció sus labios, luego se inclino y abrazó fuertemente los hombros de Dorian, diciéndole con voz

la forma en que ella lo abrazaba con

“Estoy bien”

dijo al oído, con una voz suave que hizo muy feliz a la pequeña, pero no sabía cómo expresar esa felicidad, asi que simplemente siguió abrazando a Dorian, frotando su carita contra

peso en su corazón se alivió un poco, pero no mucho. Su mente estaba llena de

fuera la

la detuvo: “No

la niña lo abrazó aún más fuerte, hasta que pasaron por la zona de las máquinas de peluches en

volvió hacia ella:

de Serena lo miraron dudosamente y asintió lentamente:

jugar con la máquina de peluches.” Dorian

de Serena se iluminaron y luchó

The Novel will be updated daily. Come back and continue reading tomorrow, everyone!

Comments ()

0/255