Mi Frío Exmarido

Capítulo 243

Capítulo 243

Amelia no entendía por qué le estaba agradeclendo, pero igual le regaló una sonrisa y respondió: “De nada, no hay

problema.”

Dorian sonrió de vuelta, pero no agregó más.

Después de comer, Dorian se fue a asear, mientras Amelia se encargaba de limpiar la mesa.

Al darse vuelta, se dio cuenta de que el baño tenia puertas de vidrio esmerilado. Aunque no era posible ver completamente a la persona adentro, su silueta se proyectaba claramente en el vidrio, haciendo que cualquier

movimiento fuera obvio.

Se sintió sumamente incomoda y evito mirar hacia el bano

Cuando Dorian salió de bañarse, se controlo para no mirarlo. Solo se agacho para arreglar la cama y le sugirió en voz

baja:

“Le pedire al servicio al cliente que nos traiga dos cobijas más, ¿te parece? Además, eres bastante alto, duerme tú en la

cama.”

Dorian miró la amplia cama y dijo: Duerme tú en la cama.

Luego tomo su celular y llamó a la recepción: “Hola, ¿podrían enviarnos dos cobijas y sábanas adicionales, por favor?”

No pasó mucho tiempo antes de que las cobijas fueran entregadas.

El suelo del cuarto estaba cubierto con una alfombra gruesa y estaba muy limpia.

Dorian pidio un tapete impermeable adicional y lo colocó sobre la alfombra antes de extender las sábanas y las cobijas, creando asi un lecho temporal en el suelo.

Amelia pensaba en Dorian, un hombre tan grande, acurrucado en un pequeño lecho en el suelo, estaría incómodo y se sentia algo culpable.

“Tú toma la cama, yo siempre he preferido dormir en el suelo,” le dijo a Dorian y no era completamente una mentira

Cuando era estudiante, pasó la mayor parte del tiempo viviendo de alquiler con la familia de Fausto en Arbolada.

Siendo de una familia con pocos recursos, no podían permitirse un lugar grande; un departamento de dos habitaciones ya era un lujo

Blanca y Fausto necesitaban una habitación para ellos y Fabio otra, así que no había un cuarto extra para ella. Termino durmiendo en la sala, separada por cortinas.

La “cama” no era más que unas tablas de madera ensambladas con un colchón encima, muy similar al lecho que habían improvisado ahora.

Amelia estaba acostumbrada a dormir de esa manera.

Dorian rechazó

a mirarla. “Vamos a dormir, yo apago la

así, sin más, apagó la luz y la habitación quedó sumida

debajo de

parte, no podía

dudando mientras miraba a Dorian

de metro ochenta parecia desbordar aquel

volvió hacia ella

Amelia sacudió la cabeza

un rato, habló en voz baja: “Quizás, podrías dormir

salud dormir

fijamente. “Amelia, ¿estás consciente de lo que

dudó un momento,

el suelo, estoy acostumbrada,

“De ninguna manera.

la cobija y

la carna”

asintió levemente, subió a la cama y se acostó a

también se acomodo en el

ruido del colchon al hundirse hizo que Amelia se

no intento compartir su cobija

mas y cada quien usó

y apagó la luz de

“Duerme” dijo suavemente

respondio Amelia en un susurro, abrazando su cobija y dándole la

cama, pero si la primera vez que se sentian tan distantes

lluvia se intensificaron fuera, golpeando el techo con

la habitacion estaba tranquila y

Nadie hablo

espaldas

supo en que momento se

de la noche, un ruido estruendoco la desperto. Abrió los ojos de

a pocos centimetros

quedo paralizada un

la misma manta, con Amelia anidada completamente en los

tambien

tambien abrió

Sus miradas se encontraron.

justo cuando estaba a punto de girarse,

se

acompañados

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