Mi Frío Exmarido

Capítulo 624

Capitulo 624

y bajó al vestibulo, dirigiéndose directamente a la recepción.

“¿Cuándo se desocupó la habitación 2008?” Preguntó con una voz aguda y tranquila.

“Un momento“, respondió el recepcionista mientras revisaba la computadora. “Se desocupó hace media hora.”

“Gracias“, dijo girando sobre sus talones y dirigiéndose hacia el coche estacionado afuera.

Yael lo siguió rápidamente.

*¿Dónde está atracado el Real Maritimo del Grupo Terrén?” Preguntó.

“En el muelle de Arbolada“, respondió Yael. “Partirà en dos dias.”

“¡Imposible!”

Dorian rechazó la idea sin siquiera pensarlo. “Alejandro no regresaría al barco sin motivo en este momento.”

“Contacta a los pasajeros del barco ahora mismo, averigua si han recibido noticias de una partida inminente“, ordenó sin detenerse, abriendo la puerta del coche al llegar. “Si es asi, detén esa nave a como de lugar.” Capítulo 624

Amelia se quedó paralizada viendo como Cintia se alejaba a toda prisa. Aún estaba clavada en el suelo, incapaz de

moverse.

Rafael ya la habia alcanzado y se acercó para tomarla del brazo.

Como si se despertara de golpe, Amelia volvió a zafarse de la mano de Rafael ante su mirada de sorpresa y dolor, dio media vuelta apresuradamente y abrió la puerta de un taxi que estaba a la orilla de la calle.

“Al Hotel El Tesoro, por favor.”

Dijo apresuradamente y cerró la puerta del automóvil con un golpe seco.

Rafael alcanzó a llegar justo frente al auto.

El gesto con el que Amella cerró la puerta claramente lo habia herido de nuevo.

Él la miraba incrédulo a través del cristal, con los ojos oscuros llenos de tristeza y dolor, como si hubiera sido Élla

abandonado.

Amelia se obligó a si misma a desviar la mirada, su mente estaba en un caos total La culpa, el pánico, la confusión y la asfixia se entrelazaban como una maraña de hilos en su cabeza, tirando de ella hasta que sintió que su cabeza iba a estallar de dolor.

El taxista notó su comportamiento extraño y aprovechando un semáforo en rojo, miró hacia atrás preocupado: “Señorita, ¿está bien? ¿Quiere que la lleve al hospital?”

Amelia le hizo un débil gesto con la mano, “No, gracias.”

“Si se siente mal, digame, por favor.“, insistió el taxista preocupado.

“Estoy bien.”

fisico no era

de ese hombre que afirmaba ser su novio la llenaba de pánico y malestar, la posibilidad de que ella lo hubiera abandonado le hacia sentir una enorme culpa y presión psicológica. Además, la mujer de mediana edad que se habia chocado con ella en la entrada del centro comercial le daba una sensación

pero tanto ese hombre como la mujer de mediana edad hacían que

al hotel, estaba tan aturdida que apenas podia soportar el malestar.

del taxi ni cómo habla entrado en el ascensor, tropezando hasta llegar a su habitación. Temblaba tanto que no podia encontrar

dulzura

su mano con preocupación.

Amelia estaba bien. ¿Cómo

era la Amelia

la conciencia, siempre habia sido tranquila y serena.

asustada y ansiosa

qué habia sucedido exactamente. Solo habia conocido a un hombre que afirmaba ser su novio y a una mujer de mediana edad que la vela como si fuera un

Capitulo 624

no queria saber de su pasado.

Rafael, ni queria encontrarse de nuevo con esa mujer que la evitó

habia sentido

“No lo sé,

problema, si no quieres quedarte aqui nos iremos,” la consoló Miranda abrazándola. “Volvamos al barco ahora mismo, de todas formas, planeábamos regresar tan pronto como volvieras.”

a Amelia, quien vagamente recordó haberle prometido comprar una maleta. Habla olvidado por completo ese compromiso. Se suponía que

me olvidó comprarte la

disculpó con culpa, y al recordar a Rafael, no pudo evitar pensar en la foto que parecian novios universitarios que él le habla mostrado. La familiar sensación de pánico y

a huir, a

al borde de otro colapso emocional y rápidamente la abrazó para consolarla. “No te preocupes, le pediré al hotel que nos

Al ver a Miranda y Amelia en el pasillo, les dijo. “El crucero va a

se sorprendió al saber que el crucero zarparía sin previo aviso, pero como Amelia también tenia que regresar al barco, le pareció una buena noticia y asintió,

situación de él.

también vienes con nosotras?“,

evo al barco.”

respondió directamerite. “Yo las llevo al barco.”

dijo Miranda,

su coche y que estaba aparcado en el estacionamiento al aire

y para

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Lo llamó instintivamente.

una expresión ansiosa, completamente concentrado en hecho de que el crucero “Real

y al girarse, vio

con tanta prisa?”

del centro comercial, sin entender por

quien vio era realmente

de Dorian, él

vio cómo Dorian desbloqueaba su coche con el control remoto, abría la puerta

sintió molesta y contrariada, sin saber si ir o quedarse, solo permaneció parada con una mueca en

no se quedó mucho tiempo. Al ver que el coche

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