Capítulo 123

Femanda al oir esto, no pudo evitar pensar que Susana realmente se había pasado de valiente.

¿Quién era Pedro?

Probablemente nadie jamás habia osado ser tan insolente frente a él.

¿Así que desean conocer cómo la familia Huerta recibe a sus invitados?”

Pedro levantó la vista, sus ojos profundos e insondables bajo esas cejas.

Siempre llevaba una sonrisa sutil en su rostro, pero sus palabras podían helar la sangre.

De repente, varios guardias de seguridad vestidos de negro se adelantaron, agarrando a las familias por los brazos y arrastrándolos hacia fuera.

Los tacones de Susana se quedaron en el suelo mientras ella luchaba sin cesar: “¡Suéltenme! ¿Qué están haciendo? ¡Suéltenme!”

Después de un momento, el gran salón volvió a calmarse, como si nunca hubiera ocurrido tal escándalo.

“Disculpen la molestia“.

La voz de Pedro volvió a sonar suave, como si el frío anterior nunca hubiera existido.

no pudo evitar mirar a Pedro de arriba

oportunidades de tratar con Pedro, pero en esta vida, al verlo por primera vez, entendió por qué bajo la dirección

era imposible de descifrar.

descifrar, eran los

hablar un momento con usted?”

mirada de Pedro cayó sobre

maduro desde joven, aunque

Pedro tienen

que sí, no estoy muy segura“.

la familia Huerta y dijo con frustración: “Fabio es increíble, con todo el alboroto que se armó, hasta Javier sabía que tenía que decir

no se conquistó a una

estaba disfrutando del espectáculo“.

pudo evitar

el asunto. Si él hablara

que ella hablara.

se recostó

mesa.

que ese día Lorena se hubiera escapado antes de que pudiera decir algo, y el espectáculo hubiera terminado abruptamente.

de Lorena

expuncta esta noche.

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