No Soy Tu Bien Desechable

Capítulo 425

Fernanda se dio la vuelta y salió del centro comercial, dejando a Sebastián cansado y frotándose la frente quien con voz grave, preguntó, “¿Quién filtró la noticia?”

“Parece que fue, Srta. Delfina“.

Carlos dudó un momento.

Había organizado el fugar, seleccionado regalos y diseñado la fiesta de cumpleaños, solo unas pocas personas de la compañía sabían. Sin embargo, no esperaba que estos detalles llegaran a oídos de Delfina.

Mirando cómo Fernanda se alejaba, Sebastián preguntó, “Dime, ¿crees que ya no tengo ninguna oportunidad?”

“Sr. Borrego…”

Incluso en ese momento, nunca había visto un reflejo de sí mismo en los ojos de Fernanda.

Solo çuando Fernanda mencionó aquel sueño, sus ojos revelaron amargura y resignación.

Fuera del centro comercial, Fernanda se arrepintió de no haber sacado su auto antes. Ahora, estando en la calle comercial más concurrida de Laguna Verde, ¿dónde encontraría un taxi para regresar?

Inmediatamente, un Porsche apareció de la nada frente a Fernanda.

Antes de que pudiera reaccionar, la ventana del auto se

ཤྲཱ ཙ ཝཿགཽ ཇ ཝཿ ཛྱཱ ཉ རྫོཤྩ རྗ དྷྭ ཧཻ ཀ ཝཿཤྩ ཤ ཝཿན བ ཕ རྨ སྲྀ ཝཿཝཾ

bajó y a

estaba Fabio, con un aire de desafío: “Sube“.

en el copiloto

mientras presionaba

Borrego, Sebastián, ha gastado una fortuna para celebrar

comercial más concurrida del centro, en un intento de retenerla

noticia se

parece que pronto se divulgará la noticia

en el lugar“.

¿Te sientes mal?”

“No realmente, sus

y apenas perceptible: “Ponte el cinturón, te

“Está bien“.

tanto, Marisol y Javier llegaron al centro comercial frenéticos, pero solo se encontraron a las trabajadoras de limpieza en

acercó

tarde! Todo terminó

escuchar esto, Marisol, frustrada, le dio una patada a Javier: “¡Es culpa tuya! ¡Te dije que

ahora me culpas? ¡Llegamos media hora tarde! ¡A menos que hubiera venido volando, igual hubiéramos

encima me

irritada, tironeó de la oreja de Javier, “Si Sebastián se lleva a mi cuñada,

cosa es que poco después de empezar, la abuela de la familia

a la trabajadora, Marisol y Javier