No Soy Tu Bien Desechable

Capítulo 426

Al despertar, percibió el aroma del mar.

Fernanda pensaba que aún estaba soñando, pero al abrir los ojos, lo que vio fue un atardecer impresionante.

Se encontraba en un lujoso crucero, desde cuya ventana podía apreciarse claramente el exterior.

El sol ya se había puesto, y la belleza del crepúsculo era tal que resultaba difícil desviar la mirada.

“¿Dónde estamos?”

¿Cuándo habían llegado?

En el crucero no había nadie más, solo ella y Fabio.

Vio a Fabio solo en la cocina, limpiando un cuchillo y ordenando los utensilios, mientras del lugar emanaba un delicioso aroma a

came.

“Hace un rato que llegamos, pero como te vi dormir tan plácidamente, no quise despertarte“.

gran cama. Se levantó y Fabio le cubrió con una manta diciendo: “La brisa marina es un poco fría en

habian encendido la calefacción en el crucero y Fernanda no

bañándola en calor.

aqui para

directa al preguntarle a

atrás y, con un gesto gentil, le ofreció una reverencia, preguntando: “Srta. Fernanda, ¿me permitiría el honor de cenar con

esfuerzo, sería un desaire

y colocó su mano sobre la de Fabio.

servir el bistec que había mantenido caliente,

los candelabros eran

la luz de

imaginado que Fabio podría ser tan romántico.

facetas de Fabio, pero nunca la romántica.

de Fabio era impecable, desde servir el vino hasta la presentación de

Fabio se dirigió hacia un rincón y, tomando un violín, comenzó a tocar suavemente “Claro de

bajo la luz de la luna, y la brisa marina traía consigo un ligero aroma a sal.

quedaba

de madera elegantemente envuelta frente a Fernanda, diciendo:

un regalo?”

de Fabio, todo había sido meticulosamente planificado. Con voz grave, Fabio indicó: