Capítulo 863

Sebastián no dijo nada.

Sabía que el abuelo Parra era astuto y pensativo, pero no esperaba que su razonamiento fuera tan meticuloso.

Al ver que Sebastián no hablaba, el abuelo Parra dijo directamente: “Si no vas a hablar, mejor vete. Los asuntos de la familia Parra los manejaré yo solo. Si revelas el secreto y la familia Parra se arruina, la familia Borrego tampoco lo tendrá fácil”

Sebastián frunció el ceño, y el abuelo Parra continuò diciendo: “Joven Borrego, ahora te estoy dando una oportunidad, soy yo quien te está ayudando, no estás aquí para amenazarme“.

Al ver la sonrisa de comprensión en los ojos del abuelo Parra, Sebastián dejó de insistir y dijo: “Quiero investigar sobre el secreto de Laguna Verde, los se de las cuatro grandes familias, y también… el accidente de auto de los padres

de Fernanda“.

Al oir esto, la sonrisa en los ojos del abuelo Parra desapareció instantáneamente.

Sebastián continuo: “Creo que el abuelo Parra también quiere saber esto. La muerte de su hijo Rogelio no fue un accidente“.

Al escuchar lo que dijo Sebastián, Jeronimo frunció el ceño.

no había sido un accidente, y aparte de él y

se levantó y preguntó: “¿Cómo lo sabes? ¿De dónde

importa cómo lo sé, tengo

“Sebastián…”

dijo con voz grave: “Te prometo que te daré una identidad que te ayudará en tu investigación. A juzgar por tu conocimiento sobre la muerte de Rogelio, debes saber casi lo mismo

directamente, Sebastián simplemente dijo: “Quién me lo contó no es importante. Lo importante es que ambos tenemos un enemigo común. El abuelo Parra, al estar dispuesto a casar a su hija para ganarse al Grupo Lobo, probablemente también quería saber quién controlaba

la base que la generación anterior del

Lobo ya no tenía la gloria de antes, lo que quedaba era sólo un poco de su antiguo prestigio.

Oriol no habría buscado una alianza casándose con la familia

es una lástima

cuidadosamente a Sebastián y dijo: “Acepto encargarme de este asunto. Estos días te quedarás aquí como tutor de Jeronimo. Él asunto de

“Gracias“.

Parra sintió.

no pudo sonreír. Se lamió la muela del juicio, sintiéndose un poco molesto.

para hacer acto de presencia, sin causar problemas a la familia Rivera ni déjar que otros se

parecido extraño, pero ahora

y era tan amable con el nieto de un

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