Capítulo 906

Sebastián miró a Jeronimo y al final, solo dijo: “Solo no te pases“.

Al escuchar lo que dijo Sebastián, Jeronimo actuó como si hubiera recibido un indulto y se enderezó de inmediato.

“Bien, entonces voy a tener un encuentro sencillo con esta anciana…”

Antes de que pudiera terminar la frase, Sebastián lo miró de nuevo.

Jeronimo rápidamente corrigió: “abuela Borrego, con la abuela Borrego“.

Sebastián desvió la mirada, y Jeronimo comenzó a arreglarse frente al espejo.

Finalmente, Jeronimo sacó los lentes de montura dorada de su bolsillo, y después de asegurarse de que se veía totalmente bien en el espejo, Jeronimo ajustó el cabello de sus sienes, borró la sonrisa frívola de su rostro y dijo seriamente: “Patricia, ve a la biblioteca“.

“¡Sí, señor!”

Patricia guio a Jeronimo hacia afuera.

En la biblioteca, Jeronimo se sentó frente al escritorio, probando varias poses hasta que decidió que era mejor relajarse. Desde afuera, Patricia dijo: “Señor, la abuela Borrego ha llegado“.

“Ok“.

indiferencia: “Hazla

y la abuela Borrego entró vistiendo un largo vestido blanco, cuidando mucho su comportamiento,

la abuela

el rostro casi

padre tenía buen gusto cuando era joven. Pero… este aspecto no se parece en nada a mi

de que mi madre era

las noticias, realmente necesita una

vas a invitar a

trajo de

taza de té para la abuela

“Sí, señor“.

padre y yo estamos siempre ocupados con asuntos públicos, así que disculpe si la hemos descuidado, espero que la abuela Borrego

ofendo, pero ustedes sí que están demasiado ocupados, ni siquiera podemos vernos“.

la abuela Borrego estaba lleno de

en un sofá cercano y, probando el té, dijo: “Es la primera vez que salgo de Laguna Verde, no quería causarles problemas, pero me encontré con una situación difícil. Tu padre y yo nos conocimos de jóvenes, siendo

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