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Capítulo 67

Los ojos de Fernando se oscurecieron de deseo.

Mientras tanto, Sabrina todavía estaba conmocionada por lo que Fernando había dicho antes. Él le había preguntado cuál era la prisa.

Esas palabras habían dejado sin habla a Sabrina cuando las escuchó salir de los labios de Fernando.

Ella se congeló. Sus ojos se abrieron con incredulidad mientras miraba al hombre frente a ella.

Honestamente, ¿qué estaba pasando en su cabeza?

Lógicamente hablando, debería estar diciéndole que se aleje lo más posible de él. Él la odiaba a muerte, después de todo.

Entonces, ¿por qué había dicho algo así?

No tenía ningún sentido en absoluto.

“Sr. Santander, ¿puedo irme ahora? Sabrina no iba a insistir demasiado en lo que Fernando había querido decir con lo que había dicho. Ella no se atrevió. Estaba aterrorizada de que él de alguna manera se hubiera

enterado de lo de los niños.

Él podría quitárselos.

Ella no sabría qué hacer entonces.

El pensamiento envió terror corriendo por las venas de Sabrina. Estaban demasiado cerca el uno del otro y eso también la aterrorizaba. Alarmada, trató de alejarlo. En este momento, no podría importarle menos si él fuera el jefe de su jefe.

Sus manos suaves tocaron sus músculos firmes. Era similar a una chispa que incendiaba los campos.

la mandíbula con

podía creer lo suaves que

agarrar sus manos y sostenerlas en

loco. No podía creer que estaba

ahora!” Tal vez estaba preocupado de no poder contenerse.

deseo de besar a Sabrina y la apartó a un lado. Su voz, cuando le había hablado, estaba áspera por el

ni un momento más ahora

deslizó a su

del baño. Vuelve a la suite. Puedes regresar a

parecia

la compañía de Sabrina mientras

firme opinión de que detestaba a las mujeres como Sabrina, que recurrían a la artimaña y el engaño para conseguir lo que querían.

esta vez.

el momento ni el lugar para un almuerzo tranquilo. No estaba de humor

y

y volvió

sin problemas. Todos guardaron sus pensamientos para sí mismos

la comida, Mdm Santander se

dirigían a la oficina

soltó un suspiro de

al trabajo y siguió trabajando en el sombrero de Mdm

Sabrina. El diseñador senior había venido con

a Sabrina de

de vuelta con algo

que fuera hora de suspender el trabajo y le

estaban dispersas

horas antes de que pudiera entregar cada

que le vino a

nuevamente.

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