Evrie ni siquiera necesitaba girar su cabeza para saber quién era.

Ella seguía el juego de Leandro, ¿y él qué estaba mirando fijamente?

Evrie no podía preocuparse por su mirada, solo se concentraba en beberse la copa de vino con Leandro.

Detrás de ella, la mirada de Farel se posaba cada vez más intensa en Evrie.

Desde su ángulo, ella estaba de perfil, permitiéndole ver su cintura estrecha, inalcanzable con una sola mano, y su figura suave y curvilínea.

Hacía una semana, ese cuerpo se había contorneado bajo el suyo, aquella cintura fina casi la había roto con sus manos.

Una semana después, ahí estaba ella, sirviendo tragos a otro, ¿eso era lo que decía con esforzarse y luchar por sí misma?

Farel se frotó el entrecejo, cada vez más irritado.

Por su parte, Evrie ya había servido la copa y, entre el alboroto del grupo, seguía sirviendo vino.

Evrie dejó la copa, pero al girarse para tomar la botella, chocó accidentalmente con Farel, y el vino se derramó sin control.

El líquido picante manchó su camisa negra y comenzó a resbalar por su brazo…

Evrie se sobresaltó y, apresurada, soltó la botella para secarle con una servilleta.

—Lo siento mucho…—

Farel la miró fijamente, con una mirada profunda e inescrutable, como si estuviera reprimiendo alguna emoción desconocida.

Evrie sintió un escalofrío recorrerle la espalda.

—Señorita Evrie, tenga cuidado, no vaya a quemarse. —le dijo él de repente.

La mano de Evrie que secaba la camisa tembló un poco, casi pinchando su abdomen.

mirada era

apresuró a limpiarle la camisa, bajando la cabeza para

lamento haber ensuciado su camisa, la lavaré más tarde..copy

.—

no se puede lavar con agua, se arruinaría.

tema en seguida—Entonces la llevaré a

puede ser lavada en seco, perdería

¿Ah?

se puede

que se lave

confusión, Farel le habló con

basura, pero la de hoy es

inmediato comprendió

le pagaré una nueva, ¿está bien?

tantas vueltas solo para esperar que ella se

cincuenta mil pesos, ¿me lo vas

Evrie…—

que él la

su tarjeta tenía justo cincuenta mil, la “tarifa de trato” que él le había dado

sobre ellos,

le transferiré

hacer la transferencia con su teléfono cuando Leandro

no la asustes. Ella, una interna, ¿de dónde iba a sacar cincuenta mil pesos?

se dibujó en la comisura de los labios de Farel, mirando

la subestimes, tal vez realmente tiene esa cantidad, ¿verdad, Srta. Evrie?

detuvo, y la sonrisa

la estaba haciendo

solo haría más difícil para Leandro explicarle

familia tenía dificultades económicas y ella había solicitado becas y premios, Leandro estaba

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