Receta para robarle el corazón al Dr. Farel

Dr…—

Evrie no alcanzó a terminar su frase, cuando Farel inclinó su cabeza y le dio un beso arrollador que cayó sobre ella.

El aliento de Farel era ardiente, cargado de un alcohol fuerte y su característico aroma refrescante, invadiendo sus sentidos, acaparando su respiración, con una mezcla de fuerza y una ferocidad punitiva.

—Farel… suéltame. —

Evrie se quedó sin aliento por el beso, luchando con todas sus fuerzas para empujarlo.

Pero no podía alejarlo.

El hombre no le permitía escapar, su boca dominante la sellaba aún más profundamente, tragándose todos sus sollozos y resistencias.

Evrie luchaba con fuerza, pero era sujetada por su gran mano en su cintura inquieta, con una presión que parecía querer fundirla en su cuerpo.

Sus dedos bien definidos se entrelazaban en su cabello rizado y largo, agarrando su nuca, obligándola a levantar la cara para encontrarse con la suya, mientras un beso tormentoso la aplastaba, sin darle espacio para respirar.

¡Estaba loco!

¡La estaba besando!

¡Él estaba forzándola a besarlo!

desesperada, pero era inútil, ni siquiera sabía por qué Farel la había acorralado en el baño para hacer esto, él abría sus labios con fuerza,

de resistencia ante él era como intentar mover un árbol con la fuerza de un insecto, Evrie no tenía oportunidad alguna de

llevar por el beso feroz de

estaba completamente llena de su intensa presencia

—¡Zas! —

y le

sus labios con la lengua y luego torció la boca en una mueca

temperamento has adquirido, ¿ya te atreves

—¡Idiota! —

sus ojos rojos estaban a punto de estallar en lágrimas.copy right

Farel se rio de manera desagradable —No es la primera vez que me besas, ya hemos dormido juntos, hemos probado todas las posturas, y ahora me llamas idiota, ¿no te parece que estás exagerando,

que

terminó entre nosotros, ¿por qué te

en la cama y todavía no me

su cuerpo, su aliento caliente se

de nuevo, pero

¿Quieres pegarme otra vez? ¿Te

los ojos llorosos —¡Suéltame, o

que no te atreverías.