Evrie dejó de lado el hambre y subió corriendo las escaleras.

Cuando había alcanzado el primer piso, escuchó pasos de hombre abajo, seguidos del clic de un encendedor, como si estuviera prendiendo un cigarrillo.

A través de las rendijas del pasillo, Evrie pudo distinguir ese hombre en la planta baja.

¡Era él en verdad!

Farel parecía no haberla visto, estaba recostado despreocupadamente en la barandilla, con un cigarrillo entre los dedos, exhalando humo sin más.

Se veía tan elegante como desaliñado.

Evrie no podía quedarse allí, así que bajó en puntillas y corrió con más cuidado desde el piso de arriba.

Por la tarde, afuera empezó a llover a cántaros.

Nubes oscuras cubrían el cielo, con truenos rugiendo, oscureciendo la mitad del firmamento. Incluso los obreros no paraban de comentar que raras veces Alnorter enfrentaba tormentas así.

Parecía que hoy no se podría trabajar.

Aunque los obreros habían cesado, Evrie fue sacada a la fuerza por Linda.

—Evrie, encontré un error en el muro de carga derecho de tu plano, el esquema está mal. Necesitas ir afuera a revisar la estructura original y evaluar el terreno, y luego regresar para corregirlo inmediatamente —le dijo Linda.

Evrie estaba confundida. —Pero este plano lo aprobaste tú ayer, y no empezamos a trabajar hasta que estaba todo correcto—.

—Es normal encontrarse con problemas inesperados durante la construcción. Tienes que detectarlos y solucionarlos a tiempo. ¿Acaso no sabes eso? ¿Estás cuestionando mi criterio? — Linda frunció el ceño en respuesta.

Evrie… —..copy right hot novel pub

.—

ganas de discutir con ella, y salió con

le insistió: —Recuerda tomar fotos desde todos los

—…—

el cielo lleno de relámpagos y truenos, tenía que tomar fotos con el celular, vaya idea que

prefiriendo no compartir techo con

el viento aullante, y apenas Evrie abrió el

un par de segundos,

que estaba mojada, Evrie tiró el paraguas y corrió con sus herramientas hacia la cortina de

moverse a diferentes puntos para

seguía golpeándola en la cabeza y cuerpo,

una bolsa impermeable, y aprovechando un breve cese

la desaliñada y

en competir conmigo por Leandro?

lluvia, Evrie envió los últimos

empapada que no podía seguir trabajando. Pidió permiso para salir media hora antes y

aire acondicionado del metro soplaba rachas de

llegó al Barrio El Magnético,

temblando para tomar una ducha caliente, se secó el cabello y se metió en pijama y bajo las mantas en la

empezó a sentirse

una

manta, su conciencia se

cuando tenía fiebre y resfriado solía acurrucarse bajo las mantas hasta

—Toc, toc, toc. —

cuando escuchó alguien tocar a la

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