El corazón de Evrie se aceleró repentinamente.

Sus manos sudaban profusamente.—No, no pasa nada.—

No podía esconder su nerviosismo de los ojos de Leandro.

Leandro la observó por unos segundos, sin decir nada, y luego se puso sus zapatos con una sonrisa enigmática.

—Es broma, mira cómo te asustaste.—

Evrie—……—

Realmente se había asustado.

Pensó que había dado algo en evidencia.

Cuando Leandro terminó de ponerse los zapatos, se dirigió directo a la cocina, se arremangó y empezó a cocinar, mientras Evrie le ayudaba.

—Maestro, ¿quién iba a decir que alguien tan ocupado como tú también cocinaría?— Evrie cambió de tema.

—Cuando vivía en el extranjero, no me acostumbraba a la comida cara que vendían por allá, así que aprendí a cocinar. De hecho, hace tiempo que no cocino, no sé si aún tengo la mano.—respondió él.

—Cuando mencionas el extranjero, ¿te refieres a Brasil?— preguntó Evrie, movida por la curiosidad.

—Podría ser—dijo Leandro sin levantar la mirada—He visitado varios países de Sudamérica.—

¿Había visitado todos los países sudamericanos?

Evrie pensó en silencio, aparte de Brasil, había otros países con situaciones complicadas y no muchos de su país iban hacia el sur a desarrollarse, así que era lógico que él no encontrara comida de su gusto.

la que trabajaban tenía un amplio alcance de negocios en

de

en Grupo Reyes, quizás algún día se convertiría en una verdadera diseñadora de arquitectura nacional

anhelaba mucho su

ayuda de Evrie, en menos de media hora

estaba cortando frutas, el cuchillo se desvió y cortó

asustó de

botiquín en la habitación y se sentó en

encontró yodo, hisopos, un polvo hemostático y gasas, y torpemente

de Leandro cayó sobre el botiquín y lo observó un rato antes de decir —Este botiquín me es familiar, parece algo

se tensó, sintiendo

evadir la situación, se escuchó el sonido del código de la puerta —beep—, y alguien

¡Dios mío!

¡Él había regresado!

apresuradamente y vio una figura esbelta y alta, con un rostro afilado y ojos

de quien acaba de abrir la puerta, inmóvil, y cuando su profunda mirada atravesó la sala y cayó sobre el sofá, se volvió aún más

silencio se apoderó del

contuvo la respiración y

tono apático —Olvidé mi botiquín aquí, vine a

palabras, Leandro alzó una ceja y rompió el

más sencillo que

Leandro se entera de su relación, ella

¿O una mascota comprada

respondió con una sonrisa

The Novel will be updated daily. Come back and continue reading tomorrow, everyone!

Comments ()

0/255