Receta para robarle el corazón al Dr. Farel

Después de terminar el trabajo por la noche, Evrie preparó una mesa llena de comida deliciosa, con platos de carne y vegetales, una combinación nutritiva, casi todo lo que a Farel le encantaba comer.

Incluso, sin importarle la molestia, preparó unos refrescantes entremeses, usando técnicas de conservación campestres que él adoraba.

Evrie dispuso los platos en la mesa, calculando que Farel no tardaría en llegar. Se apostó en la puerta, espiando por la mirilla.

Como era de esperarse, poco después se escucharon pasos afuera y Farel salió del ascensor, caminando con calma hacia su apartamento.

Al verlo acercarse, Evrie abrió la puerta de golpe y le dijo al otro lado: —Dr. Farel, ¿ya terminaste tu turno? La cena está lista, prepárate y ven a comer. —

Farel, con la mano en la manija, le echó un vistazo y arqueó una ceja con picardía.

—¿Qué te ha dado hoy por ser tan diligente? ¿Quieres algo de mí? —

Evrie sonrió con timidez: —Al Dr. Farel le gusta mi comida y valora mis habilidades culinarias, por supuesto que tengo que esforzarme un poco. —

Su comentario sonó a todo menos sincero.

Farel soltó una risita sarcástica: —Cariño sin causa, o tienes un plan o algo quieres robar. —

Evrie se quedó sin palabras.

¿Qué podría estar planeando o robando?

apartamento, se dirigió con tranquilidad desde su puerta

mesa llena de comida deliciosa, sus ojos se

ella, diligentemente, le sirvió un plato de arroz y un tazón

con

la sopa y el de los platillos era suficiente para tentar a cualquier

preparé todo lo que te gusta. Si algo no está de tu agrado,

Evrie lo atendió en todo, sirviéndole más

comportamiento tan atento que contrastaba totalmente con su habitual testarudez.copy

Evrie tan considerada, incluso cuando estaban en la cama y ella

sin espinas y

segundas intenciones, Farel se permitió disfrutar de la comida

terminó, se recostó ligeramente y con una expresión que parecía haber descubierto el

dime, ¿qué es lo que quieres pedirme? ¿Dinero? ¿Cuánto

solía acudir a él solo

él tenía mucho

cantidades modestas, nada que compararse con los gastos cotidianos

algo de dinero para sus gastos. Después de todo, mantener a una mujer también implicaba

estaba más que dispuesto

la siguiente frase de Evrie cambió el semblante