—Con esa fuerza que tienes para gritar, mejor ponte a pensar en cómo hacer más ventas y ganarte una comisión en lugar de estar aquí de gorra y que te encierren en el calabozo. —

Natalia soltó un bufido y sin prestarle más atención a Iván, se volteó para irse.

—¡Espera! Mis padres ya pagaron por mí, ya transfirieron los doscientos mil, ¡déjame ir! — Iván gritaba desde atrás.

Había una regla no escrita en ese lugar, redimir a una persona costaba doscientos mil.

Esa regla la había establecido Natalia.

¿Cómo es posible que la siempre pobre familia de Natalia hubiera reunido esa cantidad de dinero para pagar el rescate?

Natalia se detuvo, como si se hubiera quedado pensativa por un momento.

Recordaba esos días que tenía que ir a la escuela, cruzando montañas y ríos para llegar a clase, su familia ni siquiera le daba dinero para la comida del día, esperando que aguantara con hambre hasta la noche para comer algo.

Y ahora, por Iván, se habían apañado para reunir esos doscientos mil.

Sabía que en casa no había dinero, a lo sumo unos pocos miles en ahorros, esa cantidad sin duda era un préstamo enorme que sus padres habían conseguido a base de pedir prestado por aquí y por allá.

Natalia forzó una sonrisa en su rostro, pero las palabras que salieron de su boca fueron despiadadas.

—Diles que los doscientos mil solo cubren la comida, además de la contaminación del aire, desgaste del suelo, gastos médicos y alojamiento, hacen falta cien mil más para liberarlo. —

¿Qué?

Iván se quedó paralizado.

mamá y papá,

se encogió de hombros, su rostro hermoso mostraba una enorme

siguiendo

se lanzó hacia Natalia con intención de

voy a matar!

un bastón eléctrico y todo su cuerpo convulsionó cayendo al

— Natalia les ordenó

guardaespaldas arrastraron a Iván del suelo y se lo llevaron como si fuera un saco sin

piso de arriba, observó toda la escena con

engañado a su

aterrador.copy right hot

todo atisbo de

apoyó contra la puerta, su pecho subía y bajaba

sumisa, obedecer

que huir de ahí cueste lo

……

En Alnorter.

estaba sentado en el auto, apretando

Leandro había

— el asistente

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