Receta para robarle el corazón al Dr. Farel

Evrie levantó la vista y se encontró con la apuesta y elegante cara de Berto.

Sintió que sus mejillas se calentaban, y se apresuró a negar con la cabeza.

—No, no hace falta.—

—¿Por qué no? Si la última vez que viniste al hospital no lo viste, ahora es el momento perfecto para encontrarte con él, ¿quieres que te ayude a pasar sin hacer fila?—

—No, de verdad, no.—

Evrie agitaba su cabeza, visiblemente nerviosa.

Berto era demasiado entusiasta, siempre los miraba fijamente y con mucho cariño a ella y a Farel, como si fuera un fan de la pareja.

Como si deseara con todas sus fuerzas poder emparejar a los dos.

Justo entonces, Blanca salió y Evrie rápidamente se la llevó del hospital.

Berto miró cómo se alejaba apresuradamente y se tocó la barbilla pensativo.

Esta pareja sí que sabía cómo hacerse sufrir.

De regreso a casa, Blanca, sentada en el metro, se contuvo durante un buen rato antes de preguntarle a Evrie con cautela.

—Evi, ¿todavía no has podido olvidar al Dr. Farel?—

Evrie se quedó paralizada por un momento y luego forzó una sonrisa.

—Quizás no ha pasado suficiente tiempo, tal vez lo olvide después de un rato.—

—¿De verdad?—

—Sí.—Evrie sonrió con esfuerzo.—Después de todo, solo fue una ruptura, no es el fin del mundo.—

sus rupturas, y tú actúas

bajó la mirada y murmuró

y el amor no siempre

es perfecto, ¿cómo se le puede

también es importante.copy right

para sí misma.—Amar a alguien, cada momento del

parpadeó, sin entender del

eso era lo que llaman amor grabado en

……

En el hospital.

salió después de

a ser, si hubieras salido un poco antes, habrías podido ver

—Lo sé.—respondió Farel.

evitándola

la que

alzó una ceja.—Entonces estás montando todo este teatro, apareciendo cerca de ella sin dejarte ver,

espiar.—Farel lo

—……—

se quedó sin palabras.—Te digo una cosa, Dr. Farel, cuando te pones en ese plan, sí que te

dejé el trabajo,

te has reconvertido, ahora perteneces al estado, sirviendo al pueblo, eso es una bendición para

Joan

la señorita Olivia

—¿Qué pasa?—

se quedó callado por un momento y luego dijo.—Ve

—

incómodo.—No sé si

se estiraba con desinterés, su voz era