Él abrió la puerta del copiloto de un tirón. —¡Sube, Evrie, en mi carro!—

Evrie no dijo nada y de un salto se metió al carro y se puso el cinturón de seguridad.

No iba a ser posible que ella se montara en el Audi del gran líder, ¿verdad?

Eso sería demasiado impactante.

Valerio cerró la puerta, dio la vuelta al frente del carro, se subió al asiento del conductor, bajó la ventana y le lanzó una mirada furiosa a Farel.

—Querías cenar conmigo, ¿no? ¡Pues sígueme, yo escojo el restaurante!—

La esquina de la boca de Farel se curvó levemente, sus ojos profundos parecían no tener fondo.

—Por favor, guía el camino.—

Valerio subió la ventana y su potente Hummer arrancó dejando atrás una estela de gases.

Detrás, Amir hablaba con doble sentido.

—Parece que Farel se preocupa mucho por la vida cotidiana de mi hijo, hasta sabe exactamente dónde está en cada momento.—

Hoy estaba extrañado.

¿No comprendía por qué Farel le habría buscado de la nada para hablar sobre los planes de construcción de las afueras de la ciudad?

Resulta que tenía otros intereses.

Farel sonrió levemente. —La intención del borracho no es beber, no te lo ocultaré más, seguramente ya te has dado cuenta de lo que siento.—

Amir metió la cuchara. —Ella es…—

las

right hot

. quedó sin palabras.

directo con sus sentimientos hacia

afloja, ¿qué haría

Valerio era tan rebelde.

el carro

una cena de alta

quería algo auténtico, unos tacos al

de pedir un montón de tacos y aguas frescas, Valerio

pastor son la especialidad de la casa, mientras más picantes mejor. A mí y a Evrie nos encantan, ¿verdad

ella no

de que Evrie pudiera

tiene gastritis, no puede comer cosas picantes, como tacos o

comer un

estomacal,

Valerio… se quedó callado.

a punto de decir que no era para tanto, pero al levantar la vista se encontró con

las palabras

algo más suave, ¿qué te

su celular y

la opinión

como en

sentía como

mente de Evrie se

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