Receta para robarle el corazón al Dr. Farel

Evrie jadeaba, con los ojos bien abiertos.

—¿Qué me pasó?—

—Aléjate de él, termina con él.—

Evrie giró la cabeza—No lo haré.—

—¡Evrie!—Farel elevó la voz.

—¡Señor Haro! Has cruzado la línea.—

Evrie apretó los dientes y lo empujó, poniendo distancia entre ellos rápidamente—Ya hemos terminado, ¡tienes una prometida!—

—¿Y qué?—

—Le prometí a tu padre que no te molestaría, que no arruinaría tu matrimonio, para poder quedarme en Alnorter tranquilamente, ¿ahora quieres matarme?—

Farel cerró los ojos—No dejaré que te pase nada.—

Evrie mordió su labio, desvió la mirada y después de un largo rato habló suavemente.

—Voy a hacer como que no supe nada de lo de hoy, señor Haro, que no vuelva a pasar, no puedo vivir siempre bajo tu ala, también necesito crecer.—

Farel la observaba con su rostro obstinado y no podía articular palabra.

Aunque entendía sus sentimientos, simplemente… se sentía frustrado.

Muy frustrado.

—Evi, ¿dónde estás?—La voz de Valerio se oía desde afuera.

Evrie volvió en sí, le dio una última mirada a Farel, se limpió la boca y salió.

El pasillo estaba muy oscuro.

Farel se apoyó en la pared y cerró los ojos.

él fue devorado por

Nueve meses.

nueve meses

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subió al

Por prudencia.

volvieron

En el carro.

siento, por la mala pasada de hoy en la cena, que hayas tenido que pasar un

sacudió la cabeza—No

todos modos, Farel había ido por

habría encontrado la manera de

su presencia de vez en

que terminara el

Evrie se olvidara de

que Evrie ya no lo

tu papá, verdad? Pareces

Evrie preguntó con curiosidad.

sido lo suficientemente

no era de odio, era de desprecio y aborrecimiento;

año después, él empezó a engañarla, a tener aventuras, a traer

se sorprendió, no sabía que en su familia hubiera tal

Valerio odiara tanto a los hombres

Ahí estaba el problema.

a mi mamá al extranjero, dejar esta maldita ciudad, pero mi mamá lo ama tanto que, aunque se convirtió en vegetativa, no

va al hospital a visitarla, a hablar con ella, su estado mejora un poco, su ritmo cardíaco se acelera un poco, incluso

aire y continuó—Así que, lo detesto, pero tengo que aguantar, hasta que mi

Evrie entendió.