Casi olvido que él tiene manía por la limpieza.

Al salir del ascensor, Farel la dejó en la puerta de su apartamento, indicándole que abriera la puerta.

Evrie cubrió la cerradura con su mano y se inclinó para teclear la contraseña, pareciendo toda sigilosa.

Farel murmuró: —¿A quién intentas engañar?

Ding——

La puerta se abrió.

Evrie se apoyó en el marco de la puerta, mirando hacia arriba a Farel.

—Gracias, Dr. Farel, por traerme de vuelta. —

—¿No me invitas a pasar a tomar un café? — Farel la miró con indiferencia.

—No tengo café en casa. —

—¿No tienes café o no tienes corazón? —

Evrie parecía confundida: —¿Eh? —

—No importa, vuelve. —

Farel ignoró los pequeños trucos en la mente de ella, no entró y se fue a su propio apartamento.

Evrie se quedó en la puerta, viendo cómo Farel desaparecía en el pasillo.

Sentía una opresión en el pecho.

Estaba mareada, su mente giraba.

Se apoyó en el marco de la puerta y se lanzó al sofá.

El silencio llenaba la habitación, las luces rojas colgaban de la pared, contrastando y resaltando la diferencia.

La Navidad había pasado, Blanca también había regresado a casa.

Solo quedaba ella en el apartamento.

Su estómago ardía, era una sensación de revuelo continuo.

Evrie cerró los ojos, intentando sumirse en la oscuridad.

¡Bang!

¡Bang, bang!

afuera, los fuegos

de las

año había

artificiales llenos de alboroto

sentía pasar la

—Toc, toc. —

Alguien golpeaba la puerta.

en el sofá, no

alguien desbloqueó la cerradura y

en

la

—¡¿Cómo has entrado?!—

contraseña de tu cerradura.

Evrie estaba perpleja: —¿¿??—

WhatsApp tienen la misma contraseña, supuse que la de la puerta

estaba aturdida: —Aun así, no puedes simplemente entrar, esta es mi

no puedo entrar, ¿quién

estaba confundida:

Valerio había

todos mis amigos

de reojo, su tono de voz era sombrío: —¿Quién es

—…—

sabía cómo

puso el tazón sobre la mesa de centro,

esta infusión.

—¿Qué? —

una infusión para

se levantó del sofá y, curiosa, le echó un

—¿Lo hiciste tú? —

lo iba a

cómo preparar infusión

de aprenderlo en

—…—

él tuviera

de Evrie se aceleró sin razón

mirada, se acercó, tomó el tazón y se

agridulce, el

—Gracias, estaba delicioso. —

Farel: —…

la sensación de límites de ella parecía

The Novel will be updated daily. Come back and continue reading tomorrow, everyone!

Comments ()

0/255