Evrie se despertó y se encontró acostada en la gran cama de su habitación, vestida con su pijama y la sábana perfectamente colocada.

La habitación estaba vacía, ya no había nadie.

Se levantó y vio que en la cocina había comida, platos a medio hacer y dos paquetes de empanadas congeladas.

Él los había dejado allí.

Evrie puso las empanadas a cocer y, mientras esperaba, encendió su móvil.

Había un montón de mensajes de felicitación en WhatsApp, a los que respondió uno por uno.

Pero había un chat que estaba vacío, sin mensajes.

—Bibibi—

El móvil comenzó a vibrar.

Era una llamada de Valerio.

Apenas contestó, escuchó la voz emocionada de Valerio.

—¡Feliz Año Nuevo! Te envié un regalo, ¿lo viste? ¡Ve a aceptarlo rápido!

Evrie soltó su teléfono y, efectivamente, vio un regalo que se veía muy caro.

No pudo evitar sorprenderse. —¡Tu regalo es demasiado caro!

—¡Acéptalo! Es un buen augurio. Mi mamá pudo escuchar y responderme anoche, incluso apretó mi mano con fuerza. El médico dice que pronto abrirá los ojos y despertará!

más entusiasmado y habló

estaba muy feliz

—¡Qué alegría!

recupere por completo, te invitaré a ti y

—Vale,

en cuanto tuviera un momento libre

cerró la aplicación y vio que en

Alimenta al

esperando otro mensaje de él, pero al final no llegó, y finalmente apagó el

a

cercanos y no se atrevía a salir mucho, se dirigió a la casa de

puerta, el pequeño gato naranja corría

de la mesa de café, gruñendo con

suspiró.copy right hot

—Ingrato…

de alimentarlo durante tanto tiempo, el gato seguía siendo desconfiado y

comer, nunca se acercaba a la

¡Qué falta de corazón!

Haro, en

sentado en la sala, acompañando a Federico en la

tradición de

con su padre para hacer la

Farel, tan formal en casa hoy. ¿No estás en busca de

ignoró por

al verlo, rápidamente cambió

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