Receta para robarle el corazón al Dr. Farel

Margarita fue agarrada por la muñeca. —Nadie me mandó, yo lo hice sola. —

Farel —¿No me vas a decir la verdad? —

Sacó su celular y frente a ella, llamó a Norman.

—Subdirector Norman, su hija ha robado ácido sulfúrico del laboratorio médico y ha herido intencionadamente a una muchacha, causándole quemaduras graves. Debido a la responsabilidad que tenía de controlar a su hija, desde hoy, está destituido. —

¿Qué?

Margarita se puso pálida de inmediato.

—Tú…—

—Se abrirá una investigación y se dictará sentencia. —

Farel no perdió el tiempo hablando con ella y salió de la sala de interrogatorios.

—¡Soy enferma mental, no pueden condenarme! —

Margarita gritaba como loca detrás de él.

—El artículo 18, párrafo 2, del Código Penal establece que las personas con enfermedad mental intermitente que cometen un delito en un estado mental normal deben ser responsables penalmente. —

Farel se detuvo, su voz era fría y seria.

—Señorita Margarita, no todos los crímenes pueden ocultarse detrás de una enfermedad mental. —

Margarita estaba completamente asustada.

Gritaba sin cuidado —¡Mi papá vendrá a salvarme, seguro que vendrá! —

—Desafortunadamente, él ha sido destituido de su cargo. —

a mirarla,

eres tonta y tarde o temprano

que no solo eres tonta, sino también

—

Margarita estaba pálida.

¿Destituido?

padre había trabajado en el hospital Alnorter durante años, ¿cómo podría ser despedido tan

ser un engaño de Farel,

de interrogatorio se cerró con un golpe, y nadie más le

estación de policía

Ya era tarde.

hospital psiquiátrico y alguien borró deliberadamente una parte. Tanto el director como las enfermeras afirman que nadie visitó a Margarita, todos se mantienen muy

mirada de Farel se

Margarita, y la persona detrás de Giselle,

su identidad no es simple

alguien capaz de silenciar a todo un hospital psiquiátrico sin

que se pueda hacer solo con poder o

sombras solo quiere arruinar

no sea

—Vamos, volvamos. —

le consultó —¿Sr. Haro, ya no vamos a seguir interrogando a

—No hace falta. —

ni siquiera sabía quién era la

por otra persona de mayor

motor y dio una orden —Vamos al

—Entendido.

—

habitación de