Evrie se quedó petrificada.

—¿Qué has dicho? — le preguntó con voz temblorosa.

—Nos tenemos que divorciar.— Farel la miraba fijamente y le repitió.

Lo decía con una seriedad absoluta, pronunciando cada palabra con claridad.

No había posibilidad alguna de que hubiera hablado en broma.

Farel nunca jugaba con temas como ese.

Evrie levantó la mirada, incrédula, y lo miró durante un largo rato.

Sus ojos se encontraron, y la calma y frialdad en los de él eran inequívocas.

Evrie se retorcía las manos y lo miró a los ojos —Dijiste que nunca te divorciarías de mí. —

—Dijiste que nunca me dejarías ir, que no me dejarías escapar. —

—¿Ahora… estás rompiendo tu palabra? —

Farel le tomó la mano y la colocó sobre el lugar de la firma en el documento, su voz era baja y seria.

—Firma primero, y luego hablamos de esto, ¿de acuerdo? — Su tono de voz era paciente. —Divorciarte de mí te será beneficioso. —

—No estoy de acuerdo. —

Evrie se opuso instintivamente —Jamás estaré de acuerdo. —

mirada distrayéndola —Después del divorcio, esta casa será tuya, todo lo que desees te lo dejaré, escoge cualquier bien dentro del matrimonio, me

no volverá a tocarte, Evrie,

—No lo quiero. —

quiero ninguna propiedad, tampoco tu llamada libertad,

colorearon

toda la felicidad y tranquilidad de los últimos días hubieran

ver diseños de arquitectura, todo había sido una preparación para el

el principio, había

agarró la mano de Farel, mirándolo con los ojos

favor, no me abandones.

hace tan poco, no

incluso si pierdes el trabajo, puedo ganar dinero, puedo esforzarme para mantenerte,

voz comenzó a

rojos por

pánico la hacía sentir

el cabello

—Obedece. —

—No lo haré. —

Evrie se detuvo.

había dado cuenta de que la

de revertirlo,

astuto como él no

un nudo desagradable en su

The Novel will be updated daily. Come back and continue reading tomorrow, everyone!

Comments ()

0/255