Jacinto observaba con desconsuelo a Evrie, quien parecía un muñeco de trapo en los brazos de Farel.

Era la chica que su tía le había presentado como su posible pareja.

Preguntó: —¿Acaso no puedo cortejar a su exesposa? —

Berto le dio una palmada en el hombro: —Hermano, te doy un consejo, puedes ir tras la ex de otro, pero la de él… mejor déjalo así. —

Mientras hablaban, Farel ya estaba llevando a Evrie hacia el estacionamiento.

Ella caminaba con pasos inestables, sin fuerzas, casi completamente sostenida por la cintura de él.

Quería abrir los ojos, pero su consciencia no le respondía.

Al ver esto, Blanca gritó desde atrás: —¡Qué haces aquí, suéltala a Evi…! —

Pero en el siguiente momento, Berto la jaló de vuelta.

—Deja de gritar, él la llevará a su casa, vamos, te llevo a casa. —

Blanca intentó seguir a Farel, gritándole: —No, no te lleves a Evi…—

Berto la levantó con un brazo y la metió en el coche tras andar unos pasos.

Luego arrancó el motor y fue el primero en irse.

Por otro lado.

Farel abrió la puerta del copiloto del Range Rover y puso a Evrie en el asiento.

Ella parecía estar dormida profundamente, con sus piernas flácidas y livianas.

Farel sacó el cinturón de seguridad y cuidadosamente se lo abrochó.

—Sr. Haro, ¿vamos a Barrio El Magnético? — le preguntó Joan.

Farel negó con la cabeza.

Recordó algo que Blanca había mencionado sin querer hoy: ella había comprado una casa en las Residencias Árbol Dorado.

en qué torre y qué piso vive

le dijo: —Ese tipo de información privada, ni Blanca ni el Sr. Simeón lo dirán, ¿no sería como

habían intentado llevarse a alguien y Blanca había estado gritando detrás de ellos durante un buen rato.copy right hot

—¿Qué tal si reservo un

hoteles están sucios,

con indiferencia: —Creo recordar que Residencias Árbol Dorado es una propiedad bajo la marca de

Joan comprendió.

la ayuda

bebido esa noche, así

que se quedó donde estaba

del conductor,

quedó parado allí, viendo cómo ambos grupos se

bien, la

Serra salió justo a tiempo y lo agarró

manos: —Me ganaron la partida.

le dijo: —Tía, ella

Un buen caballo no vuelve

Jacinto: —…—

a la entrada del complejo residencial, y Joan acababa de

apartamento 801,

ayuda de Emanuel, ni siquiera necesitaba una tarjeta para entrar,

y llevó a

se había movido en todo

Parecía estar muy borracha.

le tomó la muñeca a Evrie y le

pero

a la

en sus brazos, ella dormía profundamente,

Podría despertarla.

Pero… dudó.

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