Evrie guardó silencio durante unos segundos.

Habían pasado años, ¿y él aún vivía en Barrio El Magnético sin cambiar de lugar?

—Tía Evi, ¿nos vamos? —

Irene tiró de su mano con impaciencia.

Evrie volvió en sí, abrió la puerta del coche y le dijo: —Está bien, te llevaré a casa de tu tío.—

A lo lejos, en un coche discreto, dos guardaespaldas de la familia de Irene observaban cómo el coche de Evrie se alejaba, luego pisaron el acelerador para seguirlos.

Por el walkie-talkie se oyó una voz: —No te acerques demasiado, el señor nos ordenó seguirlos de cerca. —

En el Barrio El Magnético.

Evrie llevó a Irene fuera del ascensor del apartamento de Farel hasta su puerta.

Tocó la puerta varias veces, pero no le respondió.

Tras una larga espera, comprendió que no había nadie, Farel no estaba en casa.

—Tía Evi, ¿no sabes la contraseña? —

Irene la miró y le preguntó directamente: —¿Acaso este lugar no es también tu casa? —

Evrie se sintió un poco avergonzada.

Desde su divorcio, nunca había regresado al Barrio El Magnético, habiendo dejado esa casa en manos de Farel.

Ahora, se encontraba a punto de entrar sin permiso, usando la contraseña.

su mano, activó la cerradura electrónica e

—Bip—

La puerta se abrió.

corazón de Evrie dio un vuelco en ese

instante, Irene la arrastró

un sofá de cuero, una mesa de café

mesa del comedor estaba cubierta con

paso de los años, parecía como si el tiempo se hubiera detenido

detuvo por un

regordete saltó desde el balcón. Al ver

su sitio, los ojos estaban

sin verlo, había engordado bastante y había crecido

su pelaje brillante,

había

entra

zapatos y se sumergió en el

quedó en el umbral, sintiendo

último rincón de su razón le decía que

a ese lugar, tampoco era la esposa de

con sus grandes ojos, incrédula: —Tía

Evrie —…—

No era lo correcto.

pensarlo,

los zapatos en el vestíbulo

un par de zapatillas para hombre, había

las que

había cambiado en

The Novel will be updated daily. Come back and continue reading tomorrow, everyone!

Comments ()

0/255