Reconquistando a Mi Encantadora Secretaria

Capítulo 28

Cuando Cira despertó, el cielo ya estaba despejado. Tenía una fuerte resaca que la llevó a gemir de dolor. En ese momento, escuchó una voz fría y distante a su lado:

-El agua está en la mesita de noche a tu izquierda.

¿Esa voz… era la de Morgan?

Cira abrió los ojos de inmediato y vio a Morgan sentado en una silla junto a la cama, con las piernas cruzadas, observándola.

-Señor Vega, ¿por qué está aquí? -preguntó Cira.

Luego se dio cuenta de que estaba en un hospital, con una vía intravenosa en la mano. Desconcertada, preguntó:

-¿Qué me ha pasado?

Morgan respondió tranquilo:

-¿No recuerdas nada de anoche?

Recuerdo que bebi demasiado y que estaba borracha.

Era verdad que su cabeza le dolía y su estómago se sentía revuelto. Se sentía incómoda, pero pensó que estaría bien después de dormir en casa. ¿Por qué había acabado en el hospital?

Se sentía inquieta y preguntó:

-¿Qué más me pasó?

Morgan dijo con una expresión implícita:

-Has tenido un aborto.

Cira se quedó estupefacto y luego sintió cómo su corazón se contrajo

aún más color. Su mente estaba en blanco por completo.

Aborto…

que ya era la experiencia más miserable

sintió muy mal, como si fuera una hoja ligera que

frágil que ella se

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asustando. Solo fue tu menstruación.

se quedó sin palabras y preguntó aturdida:

-¿Qué dices?

explicó con rara paciencia:

empeora los síntomas. Tu amiga me dijo las tonterías y las utilicé para asustarte. ¿Entiendes ya?

¿el intenso dolor que había sentido anoche era

su respiración normal lentamente.

aborto, había pasado dos meses sin menstruar. Había buscado en el internet y entendía que podía ser un desorden causado por el aborto. Por lo tanto, no prestó mucha atención en este problema.

la menstruación llegara anoche

causar

momento, estaba demasiado borracha como para darse cuenta. Pero, por suerte,

expresión

-¿Te sientes aliviada?

y respondió con otra

Vega, ¿cómo te sentiste cuando pensaste que

tener interés en responder su pregunta. Pero, era cierto que se sintió aliviada una vez más de que él no supiera sobre

Si está ocupado, puede irse primero -dijo Cira con

a la puerta del pabellón. Sin saber por qué, se detuvo y se dio

realmente estuvieras embarazada, ¿qué harías?

ella. Si estuviera embarazada de su hijo, no tendría el

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poco triste y respondió con una