Capítulo 61

Al día siguiente, Cira seguía con la rutina laboral. Sostenía su taza mientras iba al área de descanso para prepararle a sí misma un té. Aún no había comenzado formalmente a trabajar, así que se apoyó en el mostrador, sacó su teléfono y realizó una llamada.

Desde el día en que escuchó a Morgan mencionar a su madre, Cira se sintió inquieta. Después de buscar durante dos días, encontró el número de teléfono de una antigua vecina de la casa de su madre y decidió llamarla.

La llamada se conectó: -Hola, ¿quién es?

Cira le respondió: -Señora Chaves, soy Cira.

-Ah, Cira, ¿cómo conseguiste mi número?

Cira susurró: -Lo tenía guardado desde antes.

La señora Chaves le preguntó: -Entonces, ¿por qué me llamas?

-¿Aún vives cerca de mis padres? ¿Ellos, cómo han estado últimamente?

Dijo la señora Chaves: -Me mudé hace mucho tiempo, ya no vivo allí. Ahora vivo con mi hijo y mi nuera. No tengo mucho contacto con tus padres, pero la última vez que los vi estaban bien. No estoy segura de cómo están ahora.

Cira se sintió un poco decepcionada: -Ya veo.

Cira, si quieres saber cómo están, ¿por qué no los llamas

directamente? Me habían dicho que te fuiste a trabajar a otra ciudad, ¿no has vuelto desde entonces?

Cira solo dijo: -Los llamé, pero parece que cambiaron de número de

שור

pure comactanos.

+25 BONUS

número y no se lo digan a su propia hija?… ¿Qué tal si te doy su número actual y tú misma los

sinceramente: -Bueno,

lado, después de dos

el

de

labios, guardó el teléfono móvil, se volvió hacia el armario, sacó una bolsita de

la bolsita de té, liberando el suave aroma

quien le dio tres millones y con eso pagó las deudas de su familia. Incluso

la vieron, no le preguntaron dónde había estado la noche anterior o qué había

por ser no considerada, desobediente, sin pensar en la familia y por no darse cuenta de lo difícil que lo estaban pasando. También dijeron que estaban tan

ventana…

a sus acusaciones, colocó la tarjeta bancaria

2/4

+25 BONUS

hay tres millones, úsenlos para pagar las

padre se quedó atónito, tomó la tarjeta bancaria de inmediato y la miró

importa de dónde venga el dinero. En cualquier caso, pueden usarlo para pagar las deudas y

agarró su mano, preguntándola con dolor: -¿Has hecho algo

ganas de reír, y de hecho soltó una risa.

caiga

The Novel will be updated daily. Come back and continue reading tomorrow, everyone!

Comments ()

0/255