Capítulo 88

Cira no había percibido nada cuando sus nervios estaban tensos, pero ahora que se relajaron, comenzó a sentir que su cabeza pesaba mucho.

Se palpó la frente y descubrió que, esta vez, de verdad tenía fiebre.

Pidió medicamento para el resfriado a un camarero, y después de tomárselo, se dirigió a buscar un lugar tranquilo.

En el camino, se cruzó con Enrique, quien le preguntó: -¿No estabas con Morgan?

Cira se quedó atónita por un momento antes de reaccionar. Levantó la mano y señaló al azar hacia arriba, luego pasó junto a él y se sentó en el sofá junto a la

ventana.

Enrique encontró su acción extraña, la observó durante un rato y luego se dio la vuelta para subir las escaleras.

Sentada sola en el sofá, Cira sintió que la cabeza daba vueltas cada vez más y que apenas podía aguantar, así que se levantó para volver a su habitación

Pero ese corto trayecto ahora se le hacía largo, y caminaba tambaleándose. De repente, todo comenzó a girar ante sus ojos, y cuando cayó al suelo, vio un par de zapatos deteniéndose frente a ella.

Parecía oler de nuevo ese sutil aroma a ciprés.

Al mismo tiempo, en el piso superior.

Habían terminado casi todas las discusiones del proyecto y estaban listos para bajar y divertirse.

Enrique caminaba junto a Morgan.

Había ido a buscarlo principalmente porque había presenciado algo extraño. Acabo de ver que bajaban un bote del crucero, pero no sé quién se fue de repente.

Subirse al barco pero abandonarlo a mitad del camino sería una falta de respeto a la familia Guzmán. Excepto si fuera algo urgente como lo que pasó al señor Rodríguez, normalmente nadie se pondría tan revoltosa.

Ese tipo se fue en un bote por su cuenta. Si la familia Guzmán envió uno, seguro que era para déspedir a alguien dijo Morgan sin preocuparse-. Sea quien sea, no me importa.

No podría ser Gerardo, ¿o sí?

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Al pensar en esa persona, Morgan decidió buscar a Cira. -¿La has visto? Todavía tenía que aclarar las cosas con ella respecto a lo ocurrido esa noche. -¿Quién? -preguntó Enrique–¿La secretaria López?

-Sí.

Enrique señaló hacia el sofá y dijo: ¿No estaba ahí…? ¿Eh? ¿A dónde se fue? En ese momento, el sofá estaba vacío.

continuó: -Cuando

por ninguna parte a

la sala y dijo para sí mismo: viento esta noche. Siento incluso que el barco

ceño, sacó su celular

llamada se

Pero nadie respondió.

Hace mucho

la sala de fiesta, continuó llamándola mientras caminaba hacia el ascensor y presionó el botón del

regresado a su habitación, pero cuando abrió la puerta, todo

fiesta, ni contestaba la llamada y tampoco estaba en

¿Se había desvanecido?

gigantesco crucero se balanceó con ella. Como la puerta no estaba cerrada, Morgan pudo escuchar claramente los gritos desde

camarotes, a

de seguridad del crucero y le pidió que revisara las grabaciones de las cámaras de

ahora mismo dónde

no se atrevió a demorarse, lo llevó de inmediato a

+15 BONUS

del crucero tenían una cobertura amplia y

la pantalla indicaba hace media hora.

mal, sacudió la cabeza y

el ascensor, pero alguien bloqueaba el camino, así que

daba al mar. Ella caminaba tambaleándose, como si estuviera ebria, y el fuerte viento la obligaba a aferrarse al

rostro de Morgan se oscureció

que buscara a Cira por el camino que había tomado. Después de eso, él mismo no se

y por lo visto, Cira ya había

su vestido. Su andar inestable terminó por provocar que tropezara consigo misma

se derramó como el de una sirena capturada por los humanos,

la grabación,

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it was true that he had saved her life. In

she had promised to forgive him when they were in the mountains, she would, of course, keep

from the bottom of

His Life was no

was the only thing that mattered

The Novel will be updated daily. Come back and continue reading tomorrow, everyone!

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