Rómpeme Cúrame y Olvídame

Capítulo 172.

Xavier miraba la sonrisa en el rostro de Melody con ganas de destrozarla.

Gritó para que la sujetaran con fuerza, y a pesar de los fuertes esfuerzos de Melody por resistirse, la metieron a la fuerza en el carro. Xavier tenía una mirada fría y distante, como presagiando una tormenta, —Esta noche, Dario tiene una fiesta en el Club Mago, ¡lleven a esta mujer allá!—

…Melody fue llevada al Club Mago por Xavier unos veinte minutos después, yendo directo al área VIP. Ella se preguntaba cómo sabia Xavier de ese lugar, pero luego pensó que, con el poder que tenia la familia Pantoja, era imposible que no supieran dónde estarían Dario y Leonora.

Al entrar, vieron a Leonora sonriendo dulcemente mientras brindaba con los hombres junto a Dario, con una actitud perfectamente calculada. Parecía que Leonora ya estaba acostumbrada a poner

er esa cara en ese tipo de ambiente.

Todos decían que junto a Darío había una secretaria que por él incluso daría su vida, la que mordía más duro entre sus perros. Muchos hombres habían pasado por su lado, golpeándola, insultándola, humillándola, y sin importar cuán mal la trataran, con una sola palabra de Dario, Leonora se levantaba sonriendo y con una voz dulce decía, -Hola, jefe-.

Era como si no sintiera dolor, o tal vez, ya había abandonado sus sentimientos.

Fue en ese momento cuando Melody notó el cambio en el estado de ánimo de Xavier.

Cuando Leonora vio a Xavier llegando con Melody, su mano se paralizó y su sonrisa se congelo.

tomó su tiempo para entrecerrar los ojos y, curiosamente, levantó su copa hacia Xavier en la entrada, -Xavier Pantoja, ¿tienes amigos aqui? ¿Por qué no te sientas a tomar

—

pálido, -Sr. Iglesias, por favor… ¡Déjame algo

Melody con una sonrisa que no

ella, claramente no estaba alli por voluntad

pensaron que se avecinaba un buen espectáculo. Xavier habia. llegado,

a Melody!-

carcajada fría, -Leonora. ¿Una perra como

de Leonora temblaba, -¿Quién te dio

el cigarrillo de su boca, lo tiró al suelo y lo apagó con la punta de su zapato, se metió las manos en los bolsillos y caminó hacia adentro,

brillaban con una sonrisa cruel y significativa, mientras le decía a Darío, Sr. Iglesias, necesito pedirle prestada a su secretaria por un

llenaron de lágrimas, ella se puso de pie para mantener la compostura y proteger a Melody, tomó una

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ten piedad y suelta a mi amiga.-

lo que más odiaba Xavier en la vida era esa boca de Leonora, siempre tan elocuente y