Rómpeme Cúrame y Olvídame

Capítulo 173

En ese momento, como si todos en la sala hubieran recibido un golpe tremendo, nadie se atrevió a intervenir.

Fueron cinco minutos. A Melody le tomó solo cinco minutos terminar una botella de licor, dejando a todos con la boca abierta y algunos hasta temblando, Pensaron que Xavier solo queria asustarla, pero nunca imaginaron que alguien realmente lo haría. ¡Esa forma de beber tan desesperada podría… podria causarle una hemorragia estomacal!

El ardiente alcohol quemaba su garganta, y un dolor espasmódico y ardiente surgia rápidamente en su estómago. Sentía que en cualquier segundo vomitaría, así que hizo un esfuerzo sobrehumano para contenerse. Melody rugió, se acercó a Leonora, le agarró la mano y, sin más, estrelló la botella de licor contra el suelo con todas sus fuerzas.

¡Un sonido estrepitoso sacudió a todos los presentes!

-Hoy me queda claro qué clase de monstruos son ustedes…-, dijo Melody, protegiendo a Leonora detrás de si. -¿No ven que ella está temblando? ¿Así de mucho disfrutan presionar a una mujer? ¿Qué les debe Leonora, acaso cometió un crimen o destruyó sus hogares? Les advierto, si alguien se atreve a hacerle el más minimo daño a Leonora, yo ya pasé cinco años en prisión por homicidio, y no me importaría pasar otros cinco más.-

Después de esas palabras, con los ojos rojos de furia, Melody agarró la mano de Leonora y la arrastró hacia afuera. ¡Vamos!-, fue la única palabra que logró salir de la garganta de la mujer.

–

la sala se atrevió a detenerlas.

ante el coraje de una mujer.

balbuceando entre sollozos, -Melody, lo siento, tienes

Melody no le dijo nada, solo sentía que su conciencia se desvanecia poco a poco,

su mano. -Melody, no me asustes… no me asustes, ¡ayuda! ¡Hay alguien aquí

una chica cuando escucho un grito pidiendo ayuda. No le dio importancia, la chica a su lado comentó, -Debe ser una de esas chicas que beben por dinero hasta envenenarse con alcohol, no hay

pero tampoco lo negó.

sus oidos, paralizándolo por completo. ¡Melody, despierta! Te llevaré al hospital, ¡no te desmayes! ¿Hay alguien que pueda ayudarme

cada grito, Mateo cambió su expresión y se dio vuelta, viendo a Leonora luchando para sostener a Melody que ya había perdido el conocimiento en la entrada. Él se movió más rápido de lo que nunca lo había hecho, corriendo hacia ellas y gritando,

ver a Sr. Mateo, Leonora se sobresaltó y las lágrimas brotaron nuevamente. Siempre fue una secretaria fría y fuerte ante los ojos de

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