Rómpeme Cúrame y Olvídame

Capítulo 185

En ese momento, Briar le lanzaba a Melody una sonrisa fría que le ponía los nervios de punta, y la observaba con una intensidad que se hacía eterna. Finalmente, le dijo con voz sombría, -¿Así es como sú empresa recibe a los clientes?-

Melody se sentia insultada, pero contenía su rabia con los puños apretados. Se acercó a Briar y le sirvió una taza de café. Él la miraba fijamente, su mirada profunda se posaba sobre el cuello de Melody.

-¿Quieres café instantáneo?-

Briar se rio con desdén, -¿La oficina está tan en las últimas?-

Melody no podía soportar más las humillaciones de Briar, -¡Si no le gusta, no tiene por qué tomártelo!— -¿Esa es la actitud de alguien que necesita un favor?-

Con una sonrisa llena de veneno, Briar le dijo, -Si ni siquiera puedes aguantar esto, Melody, quizá te convenga más hundirte sola-

Lo que quería decir era que ella no estaba a la altura de su trabajo.

Los dedos de Melody, aferrados a los papeles, temblaban ligeramente. Se controló lo suficiente como para no darse media vuelta y marcharse, y luego le extendió los documentos directamente a Briar,

de lanzamiento más reciente de nuestra compañía. El estudio probablemente necesitará un capital inicial pronto, as que queríamos ver si a

no le dijo nada. En cambio, Diego tomó los documentos y los pasó frente a Briar, quien les echó un vistazo y luego volvió a fijar su

dolor que le punzaba el pecho, tomó asiento y le explicó de nuevo las necesidades recientes de su estudio. Luego, miró a Brar, -No sé

le señaló Briar, apuntando a las debilidades del reporte. -Si solo se enfocan en chicas de

que hablaba Briar hicieron que Melody recordara el hombre que visto en casa, cinco años atrás,

los cambios

tal con el

significado, -Necesitan lanzar este juego de romance al mercado. ¿Cuánto dinero han conseguido

sabía que Dario Iglesias había invertido algo de

trabajo. Hablaremos de nuevo. Y sobre la inversión, creo que

rapidez, su manera de hacer negocios era así, implacable

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Capitulo 185

para la

atónita por no haber logrado convencerlo y, para colmo, recibió una