Capitulo 40

rol le dio un beso ese dia en el bar, ¿y asl capturó su corazón?

La verdad es que Abel deseaba que su jefe dejara de buscar a la madre de Miro. Seis años de búsqueda hablan sido en vano, y las probabilidades de encontrarla eran minimas

Además, ¿qué pasaría si ya se hubiera casado y tuviera hijos?

Con la personalidad de Aspen, no sería capaz de obligarla a divorciarse.

Abel había acompañado a Aspen por muchos años y el hecho de que podía llamarlo por su nombre en lugar de “señor” mostraba la cercanía de su relación.

Eran amigos que se jugaban la vida el uno por el otro, casi hermanos, y por eso deseaba lo mejor para Aspen.

Por otro lado, Carol había llegado a la habitación del hospital donde estaba iker.

En tan solo un dia de no verlo, el niño estaba pálido y tembloroso. Sin gritar ni llorar, murmuraba cosas sin sentido con los ojos cerrados.

El Sr. y la Sra. Fuentes, junto con un grupo de doctores estaban alrededor de su cama.

Los médicos parecían confundidos, estudiando su caso, mientras la Sra. Fuentes lloraba desconsolada.

Carol no perdió tiempo en saludos y se acercó a revisar la condición de lker.

Aspen la siguió con una mirada inescrutable

Carol tomó el pulso de Iker y antes de que pudiera hablar, el niño despertó de repente, gritando a todo pulmón.

hacia la Sra. Fuentes y le dijo,

solas con él, por

ella, salió la habitación y sacó

podia ver lo que pasaba adentro, solo se oian los gritos

Iker.

Fuentes estaban nerviosos y la abuela Fuentes

ella no es doctora y no tiene certificado médico,

Iker asi, sin

llorando, y el Sr. Fuentes, suspirando,

más podemos hacer? Hemos consultado a todos los expertos posibles y

así, Iker terminará

veían como un último recurso

pensamientos. Su estado de ánimo era similar

a todos los médicos posibles sin mejorar la condición de Miro….

la pena intentar.

que había pasado antes, ya habría dejado que Carol se acercara a Miro. Después de unos treinta minutos,

estaba en la entrada y le dijo, “Ya

quedaron

en reaccionar y corrió hacia la habitación. Iker estaba sentado en la cama, tranquilo y

“Mami, tengo hambre.”

Sra. Fuentes, emocionada, casi grita, pero se

le repitió, “Mami, tengo hambre, quiero sopa.”

Sra. Fuentes, con lágrimas de

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