¡Sorpresa! Tuve Cuatrillizos con Mi Desconocido Esposo

Capitulo 39

Abel tenía prisa por bajarse del coche para ayudar a Carol, pero al ver que Morgan ya estaba inconsciente, se calmó.

A través del parabrisas, viendo a Morgan desaliñado, no pudo evitar decirle a Aspen:

“Este Morgan sí que no tiene remedio, ni me gusta admitir que lo conozco, ¡qué vergüenza!”

Aspen levantó la mirada hacia afuera y le dijo con voz fría:

“Si tanto le gusta estar sin ropa, que corra tres vueltas alrededor de Puerto Rafe sin vestirse.”

Los labios de Abel temblaron un poco. ¿Correr desnudo en este frio?

Qué estimulante.

Pero se lo merece.

Si eres hombre, no te metas con las mujeres, ¿de qué te sirve la fuerza?

Abel se bajó del coche y fue a recibir a Carol.

Justo cuando Carol empujó la puerta y saltó fuera del coche, ansiosa por correr, se topó con Abel y se quedó paralizada…

Acababa de saltar del coche de Morgan y se vio obligada a subirse al coche de Aspen.

Carol no se fue a la parte trasera, sino que se sentó directamente en el asiento del copiloto.

No quería sentarse junto a ese hombre salvaje, jrealmente lo odiaba!

una cosa, pero lo principal es que

todavía no había subido al coche y

asiento del copiloto mirando al frente, la espalda rígida, perdida en sus pensamientos.

por el dinero, pero ella no tenía nada, y si él llegaba a exigir que pagara la deuda, ¿cómo podría ella escapar?

sabía ya que ella era la esposa de Aspen Bello? ¿Cómo se

a la familia Bello?

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15:20

Aspen realmente

la boca de Carol se retorció y su corazón latia con fuerza,

la boca para hablar y Carol también se mantuvo en

mirando, desde que subió al coche, su mirada no se había apartado

se sentia incómoda bajo su intensa mirada, estaba

desear que él dijera

sea

Aspen hablara, pero Abel regresó

que hizo que Morgan corriera desnudo, se subió al coche y le dijo a

momento, dijo que Iker despertó y que la situación es muy mala, espera que después de encontrar

y le dijo apresuradamente

enfermo, no lo

médicos y enfermeras, pero ese niño depende de ti,

rapido al

para mirar a Aspen, esperando su aprobación,

habló, pero su mirada tampoco dejó a Carol ni

él estaba actuando diferente