Capítulo 81

-¿Cuándo regresarás a la empresa? Estos días se han acumulado muchas cosas que resolver. Unos accionistas ya están descontentos con eso.

Natalie apretó los labios y respondió: -Trae los documentos que necesito revisar al hospital. Los firmaré y luego tú los llevarás de vuelta.

-Okay, estaré allí enseguida.

En menos de media hora, Tina llegó al hospital.

Natalie dejó a la cuidadora a cargo de Leonardo y le indicó que la llamara si algo sucedía, antes

de ir a buscar a Tina.

Cuando ella terminó con todos los papeles, ya había pasado una hora.

-Tina, gracias por ocuparte de la empresa estos días, pero tal vez necesitaré quedarme en el hospital un rato más. Si no son documentos urgentes, sólo verifica que estén correctos antes

de firmarlos.

-Está bien, ya veo.

Cuando Tina se fue, Natalie se dirigió hacia la sala de Leonardo.

Al llegar a la puerta, vio a muchos médicos y enfermeras reunidos alrededor de la cama.

<<<¿Es que Leonardo se ha despertado?», pensó así mientras entraba apresuradamente en la

habitación, donde el doctor, Miguel Ortega, estaba instruyendo a Leonardo sobre las

precauciones a seguir. Ella estaba a punto de adelantarse cuando la voz suave de Matilda resonó desde el centro del grupo:

tengo todo en memoria.

instrucciones.

escuchar eso, Miguel miró hacia Natalie, confundido por su presencia, ya que antes fue

que no estaba en condiciones de preguntarlos, así que se limitó

detrás de una enfermera y se mostró algo

y se disponía a hablar cuando Matilda intervino

Ortega, como Leo recién se despertó, si se llena mucho la habitación, le puede costar más respirar. Será mejor

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-Claro, ya nos vamos.

echado un peso encima. Ignoró por completo

¿tienes hambre?

de

una expresión amable y una leve sonrisa en los

despertarse, lo primero que él vio fue a Matilda fuera de su sala. Cuando miró a su alrededor pero no encontró a Natalie, le invadió una extraña sensación de desilusión o algo por el

tarde, al enterarse de que Matilda había estado vigilándolo sin descanso durante tres días y tres noches, Leonardo se sintió tanto conmovido como angustiado por ella, y al mismo tiempo,

¡y ella podía ser tan despiadada como para

evitar sentirse un poco

y respondió: -Leo, no estoy cansada. Me

-Está bien.

de Leonardo estaban llenos de resignación y cariño, y su actitud hacia Matilda era completamente distinta a la anterior, lo cual

involuntariamente.

sensación de que algo había

ya no tenía nada que ver con ella; no

de Leonardo y Matilda.

y, sin expresión en el rostro, habló:

sería mejor no mencionarle sobre el nuevo daño en su pierna, planeando

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