Capítulo 23

Definitivamente fue una sorpresa, no sabía que ella podia cantar, y mucho menos cantar tan bien, ni sabía que podía ser tan hermosa. Parada bajo las deslumbrantes luces del escenario, luciendo un elegante vestido largo, parecía una estrella brillante. Todo el público gritaba descontroladamente por ella, una transformación total de la chica que solía seguirlo por todas partes. Era… simplemente encantadora.

¿Nerea?

Al ver a la persona detrás de la máscara, Amapola cambió su expresión dramáticamente, retrocediendo incrédula y casi cayendo al suelo, sus ojos se llenaron de un intenso celos y odio que no podía contener. ¿Cómo podia ser ella? ¿Cómo podia ser ella?

¿Cómo apareció aquí? Antes del concurso, ¿no estaba ella ayudándola a escribir canciones y deseándole suerte para ganar? Y en el momento crucial, jella misma le arrebató el campeonato! Debió haber sido a propósito, era una manera de humillarla para ganar ese vano sentido de superioridad. ¡Desgraciada!

¿Por qué tenía que hacer esto? ¿No tenía ya suficiente? Nacida en una familia distinguida, rodeada de amigos y admiradores, y siempre estaba con Sam… ¿Por qué tenía que venir a quitarle lo suyo, sabiendo todo lo que había sacrificado por este día? ¡La odiaba! ¡La odiaba tanto!

¿Es realmente la Srta. Nerea?

Al ver a Nerea, Javier se sorprendió tanto que casi cae de su asiento. Más que sorpresa, lo que sentía era tristeza.

desviar la atención del presidente, ofreciéndole un escape a su amor no correspondido. Pero después

clase de destino cruel era este? El presidente estaba destinado a caer por ella en

y me sorprendió y alegró mucho verla participar en el concurso de hoy. La sorpresa viene de su coraje por presentarse como una concursante sorpresa, y mi alegria es por su habilidad para ganarse este escenario.

-Gracias, tio…

de esta temporada, el Sr. Roman de Auge,

primera

es, es la

su mirada profunda que le hacía sentir como si él la hubiera estado observando desde las sombras por mucho tiempo, y la había

parecían tener un destino

y flores entrelazadas, adornada con miles de

con el tema

frente a ella con su figura alta y elegante, protegiéndola bajo su

una sonrisa radiante, -Señor Roman, nos encontramos de

encontramos de nuevo, Srta. Nerea.

lo hubiera deslumbrado, la mirada de Roman se desvió

la corona, colocándola lentamente sobre su delicado peinado, como si temiera que los filos de las joyas pudieran dañar su cabello.

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