Capítulo 26

Los ojos de Demetrio se enardecieron al instante ante las palabras de su mejor amigo. Era exactamente lo que Soraya habia sentido en su corazón; de un salto se levantó, con ganas de enfrentar a esa persona y preguntarle por qué estaba haciendo eso, ¿por qué queria lastimarlo? ¿Acaso los años de amistad se desvanecian tan fácilmente ante los intereses?

Cristián, detrás de él, lo agarro de un tirón: “No seas impulsivo, cálmate. Si vas ahora sin pruebas, no va a admitir nada. Ahora que sabes que no te quiere, solo ten cuidado de ahora en adelante. El incendio de esta noche no te tocó, pero apuesto a que buscará otra oportunidad para actuar y hacerte daño“,

Demetrio apretó los puños con fuerza, respiró hondo y calmó su furia: “Entiendo, actuaré como si no supiera nada“.

Al verlo calmarse, Cristián finalmente lo soltó: “Gracias por ayudarme a encontrar a Nayra esta noche. Me la llevare de vuelta a la capital, no puedes quedarte aqui, con tu departamento en estas condiciones. Tengo un apartamento aquí, te enviaré la dirección y la contraseña en un rato, te puedes quedar ahi por ahora“.

Demetrio sonrió amargamente: “Debería ser yo quien te agradezca. Si no fuera por tu llamada, esta noche…”

Cristián le dio una palmadita en la mano: “Ten cuidado de ahora en adelante. Me voy, cualquier cosa me llamas“.

Demetrio lo observó cómo se llevaba a Nayra y luego se acercó a su mejor amigo Gael Villarroel, mostrando la sonrisa que ambos conocían tan bien: “Gael, ¿qué estás haciendo?“.

Gael, demasiado metido en su papel, lloraba desconsoladamente, pero al escuchar una voz familiar, levantó la cabeza de golpe. Al ver a Demetrio sano y salvo frente a él, se sentó en el suelo del susto: “Oh, Demetrio! ¿Cómo… como estás aqui? ¿Estás bien? Con un incendio tan grande, ¿cómo escapaste?”.

Demetrio sonrio: “No estaba en casa, asi que no pasó nada. Pero tú, llorando así. Si no lo supiera, pensaría que ya me ha consumido el incendio“.

Gael parpadeo, se levantó rápidamente y lo abrazó con fingida emoción: “Qué bueno que estés bien. Me preocupé tanto. cuando escuché sobre el incendio, pensé que estarías en casa como siempre, te llamé y no contestaste, casi me muero del

susto

Demetrio le dio unas palmadas en el hombro: “Lo siento, te preocupé. Hoy tenia un amigo que venia de la capital, sali verlo, debi poner mi teléfono en silencio por accidente y me perdi tu llamada“.

Por un instante, Gael mostró una mirada siniestra. Maldita sea, con un incendio tan grande y él no estaba en casa, había planeado eso por mucho tiempo; lo soltó de agarre, fingiendo alivio: “Lo importante es que estés bien“.

En la capital.

Tiziano conducia el lujoso coche que Soraya le habia regalado, llevando a Tania a su villa privada. Apenas cruzaron la puerta de la villa, se enredaron el uno con el otro sin poder esperar.

Tiziano, en su traje negro, la presionó contra la pared, pasando sus manos por su cabello mientras la besaba apasionadamente. Tania, en su vestido blanco y cabello largo hasta la cintura, tenía el rostro sonrojado de deseo; enlazaba sus brazos alrededor del cuello del hombre, inclinando la cabeza hacia atrás para exponer su cuello, y él deslizó sus labios ardientes desde los suyos hasta su cuello, mordiendo fuertemente.

“Uh“, Tania gemia suavemente. “Tiziano, vamos arriba“.

Levantando la vista, él observó a la joven que había encendido su deseo, sonriendo satisfecho: “Pequeña diablilla, no puedes esperar, ¿eh? Aún no he comenzado“.

Tania, roja de vergüenza, le dio pequeños golpes en el pecho: “Eres un fastidio, siempre burlándote de mi“.

“Jajaja, las mujeres aman a los hombres malos. Y tú amas cómo soy contigo, ¿no es asi?“, él, bromeando, le lamio la oreja y luego la levantó en brazos. “Como desees, vamos al dormitorio. Me has tenido esperando desde que te fuiste al extranjero, hoy tienes que compensarme“.

Capítulo 27

mi hermana? ¿No es suficiente para ti una belleza como ella?” Al mencionar a Soraya, Tiziano de inmediato recordó las bofetadas que habia recibido y su tono se enfrió: “No me hables de esa mujerzuela. No vale ni uno de tus cabellos, ni merece

ella: “Cariño, en

quedó esparcida por el suelo, él abrió el cajón de la mesita de noche, pensó en usar protección, pero recordando que Tania estaba

sabia cuánto tiempo habia pasado. Pero un grito agudo, como el de un cerdo

después de un viaje, Soraya revisó su teléfono y al ver a la pareja censurada en linea, soltó una

pueden separarse, tuvieron que llamar una ambulancia. Ay, quién sabe si esto hará que ese

de su estudio, se sobresaltó con la risa de ella, ¿qué habia dicho esa mujer? Patán y venenosal Enredados entre las sábanas! ¡No podían separarse! ¡Llamaron a una ambulancia, pegamento, no

no pudieron separarse y

la que hablaba Soraya, ¿no estaba ella locamente enamorada de ese patán, abandonando a su familia por él? ¿Pero qué

Cristián sintió un escalofrio. Ella era capaz de cualquier cosa. “Eh, amor, aún despierto!“, Soraya, que bajaba a

igual de: atractivo. Fuera de su habitual traje, su aura dominante se suavizaba. Sus ojos profundos eran impenetrables, y sus manos, perfectas como para tocar

solo, amor? ¿Qué tal si dormimos juntos? Somos esposos, ¿por qué dormir en cuartos separados? Es tan grande y me da miedo estar sola en esa habitación“, sus

expresión, la rechazó: “Si te duele el ojo, ve al

el pegamento, él temia tener que llamar una ambulancia en medio de la noche. Retrocedió con su silla de

un camino largo y dificil. Pero no

si pudiera conquistarlo! En esa

Capitulo 28

Capítulo 28

Soraya

la tranquila villa con sus rayos cálidos dorados. Una brisa suave hizo

a la derecha de su dormitorio, habla un mar de flores. Una variedad de hermosas flores, la única virtud destacable de la original Soraya, a

qué aire

de casa. El tormento de la enfermedad la había hecho desear no haber nacido. Pero en ese momento que tenia una

leia el periódico concentrado. Sus dedos largos pasaban las páginas del periódico suavemente, su rostro era de lineas firmes, guapo y resuelto: una

quién iba a decir que este hombre luciria tan bien en ropa de casa, como sacado de

la vista, encontrándose con sus ojos; al ver la baba en la comisura de los labios de Soraya, y esa mirada que parecia querer saltar sobre

de un perro nunca saldrá un diamante, qué desperdicio de hombre guapo. Ay, pero si yo ya conozco cada centimetro de ese cuerpo, ¿qué más da mirar? Si no me deja mirar, esta noche cuando se duerma me le colaré en la cama y lo mirare todo lo que quiera. Jajaja, recuerdo lo bien que se siente tocar esos músculos. Ay, esos abdominales, qué delicia al tacto, y ese trasero, firme pero suave, ¿por dónde empiezo esta noche? ¿Pecho, abdomen

no rebajarse a su nivel. Desde aquella noche que le habia puesto algo en la bebida, ella cambió completamente, pensando sólo en cosas indecentes, parecia que desde ese momento en adelante tendria que asegurarse de cerrar con llave por las noches. De lo contrario, quién sabe

caballo, lucia radiante incluso sin maquillaje, se había pasado la tarde anterior renovando el guardarropa de la anterior Soraya. Ya en ese momento,

en su periódico: “¿Qué te importa si voy

salimos a relajarnos, solos tú

interrumpió con una risa fría. “Yo, un hombre discapacitado, yendo

lo de su invalidez. Parecía que si quería conquistar a ese hombre

Capítulo 29

ir a esquiar está bien,

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