Capítulo 133

¡Loca! Esa nuera todavía no estaba del todo en sus cabales. Le preocupaba que se infectaral si tocaba agua, asi que simplemente quería bañarla y ayudarla. Pero esa loca se imaginó tantas cosas, con pensamientos totalmente retorcidos. ¡No podía ser! De ese momento en adelante, por nada del mundo volveria a bañarla, ni siquiera lavarle la cara y mañana mismo le conseguiré una cuidadora.

Soraya escuchó el ruido de algo rompiéndose afuera, confundida preguntó: “¿Qué fue eso que se cayó?“.

Evitando usar la palma de la mano, levantó a Diana con la muñeca. Le preguntó con preocupación: “Mamá, ¿estás bien? ¿Te lastimaste? Hay agua en el suelo, ten cuidado. Si te golpeas contra el suelo, te va a doler mucho los huesos“.

Diana se enderezó, sin siquiera mirarla: “Estoy bien, termina de vestirte y hazte a un lado. Está demasiado sofocante aquí dentro. Si me quedo más tiempo, me voy a sofocar“.

Soraya se hizo a un lado, mirando el baño, estaba confundida: “No hay vapor. Si el extractor se llevó todo, ¿cómo va a estar sofocante?“.

Cuando Diana salió, vio a Fernando limpiando los fragmentos en el suelo, luciendo un poco incómodo, luego le dijo: “Mañana le conseguiremos una cuidadora“.

Soraya salió y vio que sus suegros tenían una expresión rara, pero no le dio importancia; solo les dijo: “Cuiden de Cristián por un momento, voy a salir a comer algo y también traeré comida para él. Yo me quedo con él en el hospital esta noche, así ustedes pueden regresar a casa a descansar más tarde“.

hemos dicho que descanses y no quieres, tú te

miró a Diana con reproche: “Hasta para bañarse, haces que nuestra nuera piense

palmada en la frente, molesta: “Estás celoso por

“Ni siquiera como nuera debería

dijo

boca: “Nuestro hijo está aquí, no digas tonterías“.

indiscretos de una nuera, si se tomaban en serio, podían enfurecer a cualquiera. Diana se quitó su mano: “Mientras esa loca no está, voy a sentarme afuera un rato, tú limpia a nuestro hijo. Con las manos heridas así, apenas

Capitulo 133

comer algo a la parrilla, pero viendo sus manos vendadas como momias, a regañadientes optó por comer algo simple; miró la

ya estaba hambrienta. Pero cuando le sirvieron su comida, se encontró en un aprieto. Maldición, ¿cómo iba

Si lo hubiera sabido, habría

mi mamá te ayude? Ella puede alimentarte“. El dueño era un hombre, bastante guapo. Alrededor de treinta años. Soraya algo avergonzada dijo:

The Novel will be updated daily. Come back and continue reading tomorrow, everyone!

Comments ()

0/255